Más de 300.000 personas se concentraron este 4 de noviembre en la Plaza de la Libertad de Washington, DC, en la mayor demostración de solidaridad con Palestina de la historia de Estados Unidos. Esta manifestación sin precedentes se produce tras el genocidio que Israel está perpetrando en la Franja de Gaza. Organizada por un amplio abanico de grupos palestinos, árabes y antiimperialistas, entre ellos el Movimiento Juvenil Palestino, la Coalición ANSWER, el Foro de los Pueblos, Al-Adwa: La Coalición Palestina por el Derecho al Retorno y Estudiantes Nacionales por la Justicia en Palestina, cientos de miles de personas se concentraron y luego marcharon hacia la Casa Blanca, exigiendo el fin de la financiación estadounidense a Israel y un alto el fuego inmediato en Gaza.
Los manifestantes gritaron consignas como “¡Del río al mar, Palestina será libre!” y “¡Alto el fuego ya!”. Algunos llevaban largas listas con los nombres de los muertos en Gaza en este último mes a manos de Israel.
Esta marcha de 300.000 personas tuvo lugar en el corazón del principal aliado de Israel, Estados Unidos, a pesar de que la población del país se ha enfrentado a diversas formas de persecución por apoyar a Palestina. El fiscal general de Virginia acaba de abrir una investigación sobre Musulmanes Estadounidenses por Palestina en la que se investigan acusaciones contra el grupo por “beneficiar o prestar apoyo a organizaciones terroristas”. Los estudiantes que se organizan en solidaridad con Palestina, especialmente los que forman parte de las secciones locales de Estudiantes por la Justicia en Palestina, han sido objeto de difamación y se les han retirado ofertas de trabajo.
“Todos tenemos miedo, pero este miedo no es comparable”, dijo el poeta palestino Mohammed El-Kurd, desde el podio de la Plaza de la Libertad. “Quieren que pensemos que estamos pagando precios personales, pero tenemos nuestra comunidad. Quieren que pensemos que estamos solos, pero tenemos a nuestra gente apoyándonos. Si vienen por vos, si te despiden del trabajo, si te echan de la escuela, si te expulsan, no pienses que sos una víctima. No sos una baja, sos combustible para el movimiento, sos parte de la lucha”.
“El imperio no recompensa el silencio. Nos aplastará de todos modos, nos tragará de todos modos, no nos sentaremos en un rincón en silencio mientras matan a nuestro pueblo”.
Estados Unidos ha aportado alrededor de 130.000 millones de dólares estadounidenses en ayuda militar a la ocupación israelí desde la creación del Estado en 1948. Tras el bombardeo israelí de Gaza, la Cámara de Representantes aprobó un enorme paquete de ayuda militar de 14.500 millones de dólares para seguir apoyando la ocupación. Las bombas que lanza Israel son en su mayoría de fabricación estadounidense. “No se nos escapa que el gobierno estadounidense envía sus asesores militares y soldados, sus portaaviones y cohetes, sus armas de destrucción masiva para apoyar el genocidio de nuestro pueblo”, ha declarado Mohammed Nabulsi, del Movimiento Juvenil Palestino. “No se nos escapa que este mismo gobierno moviliza sus vehículos represivos en Estados Unidos para vigilar, reprimir y criminalizar a nuestras comunidades en el movimiento por la libertad de Palestina”.
Brian Becker, director ejecutivo de la Coalición ANSWER, recordó cómo números similares se manifestaron hace muchas décadas en solidaridad con la lucha contra el apartheid sudafricano. A pesar del apoyo del gobierno estadounidense al gobierno sudafricano en aquel momento “hace cuarenta años este mes… miles de personas se reunieron en Washington DC para decir que el régimen racista fascista del apartheid en Sudáfrica debe caer, y nosotros lo ayudaremos a caer, y en pocos años, cayó”.
“Nosotros hacemos el cambio, el cambio viene de nosotros, y ahora mismo, hermanas y hermanos, estamos enviando un mensaje, un mensaje muy fuerte a Joe Biden: si estás con el genocidio, te consideramos culpable de genocidio”.
Artículo publicado originalmente en Peoples Dispatch