Este domingo terminó la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) en la que participaron países, a través de sus ministros, Jefes y Jefas de Estado entre otras figuras. La MSC se enmarca dentro del eje atlantista y europeo, por lo que el tema principal de este encuentro fue el aniversario de la Guerra en Ucrania.
La MSC también deja en evidencia que a nivel mundial no puede haber otro tema de conversación que la Guerra en Ucrania: para Occidente la invasión de Rusia se tiene que condenar y tiene que castigarse al Kremlin por eso. Es decir, no hay crisis ambiental, energética o alimentaria que valga para terminar con el conflicto.
Así lo manifiesta el Director General del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia (RIAC), Andrey Kortunov: “La conferencia de Múnich mostró que Occidente se estaba consolidando en el contexto de la crisis de Ucrania. Además, esta unidad es mucho más alta de lo que era antes. Al mismo tiempo, se vio claramente que el llamado Occidente colectivo, es decir, los EEUU, Europa y los países que se unieron a ellos, no es el mundo entero. Otras regiones del planeta tienen sus propios puntos de vista e ideas sobre qué problemas son los más importantes”.
De hecho, la administración Biden, detalló este viernes en un comunicado todas las acciones realizadas en apoyo a Ucrania y para contrarrestar a Rusia. Esto incluye un sistema de drones aéreos no tripulados, municiones para sistemas de artillería de 155 mm y sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS). Además, con el apoyo de ambos partidos políticos, Estados Unidos destinará alrededor de USD 9900 millones para el gobierno ucraniano. El financiamiento de la guerra no cesa.
En este mismo sentido, el Grupo de los Siete (que incluye a Estados Unidos) sostuvo que reafirman “su determinación de continuar apoyando a Ucrania en el ejercicio de su derecho a defenderse contra la invasión de Rusia, incluso brindando asistencia militar y de defensa”.
Este 24 de febrero, a un año exacto del inicio de la guerra en Ucrania, el grupo mencionado tuvo una reunión virtual en la que Japón fue el anfitrión. Además del primer ministro Fumio Kishida, participaron los mandatarios de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos y como invitado especial, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Fue una semana de bastante movimiento internacional.
El primer ministro Fumio Kishida aprovechó que se cumplió un año de la invasión rusa para manifestar de nuevo su deseo de visitar Ucrania y anunciar, además, que Japón estaba preparando nuevas sanciones del Grupo de los Siete contra Moscú. “El 24 de febrero de 2022 es un día que nunca olvidaremos”, dijo Kishida en una conferencia de prensa.
Fumio Kishida es el único líder del G7 que aún no ha visitado Ucrania desde que comenzó la guerra, dijo que si bien esperaba viajar al país pronto, aún no se había decidido nada y las discusiones estaban en curso. Al parecer, a nivel político interno aún lo están evaluando.
Si bien los países occidentales y aliados tomaron mucha relevancia también es cierto que se está barajando la posibilidad de un nuevo orden internacional. Así lo expresaron, incluso, desde la MSC: “Puede que los líderes mundiales no se pongan de acuerdo en muchas cosas estos días, pero muchos de ellos comparten la opinión de que el mundo está entrando en una década crítica en la pugna por el futuro orden internacional”.
La propuesta china para terminar con la guerra
En este contexto toma aún más relevancia la postura de China como una de las dos principales potencias mundiales, que viene a proponer una mediación diplomática para resolver el conflicto sin dejar de hacer críticas a Occidente.
Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, participó de la 59º Conferencia de Seguridad de Múnich y sostuvo que existieron “múltiples rondas de conversaciones de paz”.
“Vimos el texto base para la resolución pacífica, pero el proceso se detuvo. No sabemos por qué se paralizó el proceso”, sostuvo. El representante chino deslizó la idea de que existen “algunas fuerzas” a quienes “no les importa la vida o la muerte de los ucranianos ni el daño para Europa”.
Este viernes, el gobierno chino dio a conocer un documento en el que propone doce puntos para poner fin a las hostilidades entre Rusia y Ucrania. Este texto manifiesta que todos los países deberían apoyar la solución política de los temas candentes, como la crisis de Ucrania, a través del diálogo y la negociación.
Entre los puntos más importantes del documento se destacan el de “respetar la soberanía de los países”, el “cese de hostilidades”, la “reanudación de las conversaciones de paz” y “abandonar la mentalidad de guerra fría”.
Este último ítem sostiene que “la seguridad de un país no debe buscarse a expensas de otros. La seguridad de una región no debe lograrse fortaleciendo o ampliando bloques militares. Los intereses y preocupaciones de seguridad legítimos de todos los países deben tomarse en serio y abordarse adecuadamente. No existe una solución simple para un problema complejo”.
En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, sostuvo que “la seguridad es un derecho de todos los países del mundo, no un privilegio exclusivo de ciertos países” y agregó: “No debería ser decidido sólo por algunos países individuales”.
La certeza en todo este conflicto es que el mundo está cambiando, que muchos países no quieren discutir sobre la guerra porque tienen problemas urgentes. No hablamos de una tercera guerra mundial, hablamos de una guerra que tiene como protagonistas a los mismos de siempre y esta película ya la vimos varias veces.