Tras los comicios del domingo, el actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se proclamó reelecto con más del 85% de los votos. Además tendrá mayoría en el Congreso porque obtuvo casi la totalidad de las bancas. Cabe destacar que el conteo de votos oficiales quedó frenado en el 30% y no hay respuesta por parte del Tribunal Supremo Electoral.
“No sólo hemos ganado la presidencia con más del 85% de los votos, sino que hemos ganado la Asamblea Legislativa con 58 de 60 diputados, como mínimo”, sostuvo el presidente salvadoreño.
Si bien el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aún no oficializó un porcentaje, en su página el partido de Bukele, Nuevas Ideas, figura con 1,3 millones de 1,6 millones de sufragios válidos, lo que da un 83%, escrutadas el 31,49% de las actas de votos.
Además de celebrar la victoria, en su discurso el presidente Bukele defendió el régimen de excepción que impuso en marzo de 2022 y que suma casi 76.000 detenidos a pesar de que organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch denuncian arrestos arbitrarios, torturas y muertes en las cárceles. Unas 7.000 personas inocentes fueron liberadas, aunque muchos siguen encarcelados.
Sobre la jornada dialogó con ARGMedios, Roberto Hugo Preza, periodista, corresponsal de Telesur desde El Salvador: “La jornada electoral, en términos generales, se desarrolló con normalidad. Aunque hubo alguna denuncias de partidos políticos opositores que cuestionaban al Tribunal Supremo Electoral por permitir que se violentara el código electoral: que se pidiera el voto, que se cambiaran a los representantes de las mesas de un momento a otro o que se privilegiara en alguna medida al partido oficial Nuevas Ideas”, dice Preza.
Por otro lado, cuenta también que hubo “una baja asistencia a los centros de votación, pues no observamos largas filas de personas esperando para votar sino que se vio como una especie de apatía al proceso”, aunque aclara que en las elecciones anteriores tampoco votó más del 50% de los electores.
Además de la baja participación, también se expuso que los resultados oficiales no están publicados aún. Preza sostiene que “fallaron varios aspectos del sistema de seguridad. El Tribunal Supremo Electoral que ordenó, en una decisión de última hora, que ya no se hiciera de forma electrónica el conteo sino que los representantes de mesa lo hicieran de forma manual y que se tomaran fotografías a las actas para luego enviarlas y procesarlas”, por lo que los números oficiales van a estar mucho más tarde de lo esperado y tal vez resulten menos confiable. Desde las 10 de la noche de ayer (hora local) que no hay actualización de los datos electorales.
El fenómeno Bukele
A pesar de que la Constitución del país caribeño prohíbe los mandatos presidenciales consecutivos, en diciembre de 2023, la Asamblea Legislativa aprobó la solicitud de Bukele de un permiso para dejar el cargo durante seis meses para centrarse en la campaña para la reelección en 2024
En 2021, el máximo tribunal de El Salvador dictaminó que Bukele podía presentarse a un segundo mandato, pero que debía dejar su cargo seis meses antes de que comenzara un nuevo periodo.
Más allá de las irregularidades, es cierto que el gobierno de Bukele tiene cierto atractivo para los salvadoreños. Hugo Preza explica que tiene que ver con el tema de la inseguridad y las pandillas que durante décadas “ha tenido arrodillado al país” y no ha permitido en alguna medida el desarrollo económico, cultural, educativo, comercial y turístico debido a la amenaza de las pandillas.
“Cuando viene alguien, rompe ese peligro y comienza a destruir a la operatividad de las pandillas y hasta cierto punto logra doblegarlas, neutralizarlas y erradicarlas prácticamente la población se siente más segura. Aún cuando haya problemas económicos”, indica.
Según datos del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) de El Salvador el costo de la vida para una familia salvadoreña pasó de 706 dólares en 2019 a 920 en 2023, debido a un aumento de precios de la canasta básica alimentaria que terminó el 2023 con un precio de 257 dólares aproximadamente. Mientras que el salario mínimo es de 359 dólares según datos de Statista.
En este sentido, Peza explica que “el desempleo, el alto costo de la vida y su economía familiar son ahora los principales problemas, ya que el problema de la inseguridad pasó a un plano de los últimos planos en el país. Ahora la gente sigue viviendo con los problemas económicos tradicionales, hay un alto nivel de desempleo y el costo de la canasta básica ha aumentado”
“El salvadoreño sigue viviendo con sus problemas económicos, sus problemas sociales y esperanzado quizás en este segundo mandato que luego de haber neutralizado el tema de la inseguridad quizás se pueda avanzar en estos aspectos, aunque no hubo un programa de gobierno que dijera cuáles son los los planes a futuro para esto”, añade Preza.
Aunque su candidatura ha sido muy cuestionada e incluso los resultados de las elecciones del domingo pasado sean denunciadas por la oposición, es cierto que Nayib Bukele tiene cierta aprobación entre la población.
El desafío que sigue es el de resolver el resto de los problemas de la población: La economía, la salud, la educación y el desempleo.