El peronismo, a través de su aparato institucional, comienza a ordenarse luego de lo que fueron cuatro años de gestión del Frente de Todos y la dura derrota en el balotaje frente a Javier Milei.
Lo que está decidido es que Alberto Fernández no conducta más el partido. De esta forma, se aceptará su pedido de licencia el próximo 22 de marzo cuando se reúna el congreso peronista.
La estrategia fue delineada el pasado martes cuando se reunió el Consejo del PJ donde participaron, entre otros, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el de Formosa, Gildo Insfrán, el senador Eduardo “Wado” de Pedro, el diputado Santiago Cafiero, como también el asesor del expresidente, Juan Manuel Olmos; las vicepresidentas del partido Cristina Álvarez Rodríguez y Lucía Corpacci, Juan Manzur y el expresidente del PJ José Luis Gioja, entre otros. Es decir, hubo representación de la mayoría de los sectores.
El comunicado que se dio a conocer una vez que finalizó el encuentro dice que “en el marco de un escenario de gravedad social e institucional que atraviesa nuestro país, como consecuencia de las políticas de ajuste ejercidas por el actual gobierno, se decidió convocar para el próximo 22 de marzo a una sesión ordinaria del congreso partidario”.
Durante el mitin del máximo órgano del Partido Justicialista, se conformará una “supercomisión” de acción política con la idea de convocar a todas las corrientes internas del PJ y, en ese marco, convocar a elecciones internas que se realizarán antes de fin de año.
La convocatoria apunta a llegar a “trabajadores, gremiales, feministas, juventudes, productivos, sociales y todos aquellos y aquellas que se sienten parte del movimiento nacional y popular, a los fines de tratar su reorganización”.
Hay expectativa sobre qué pasará con sectores del peronismo que no formaron parte de Unión por la Patria. Ese es el caso del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora y del exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Asimismo, Guillermo Moreno, Gildo Insfrán y Miguel Ángel Pichetto se reunieron este miércoles 6 de marzo, donde compartieron un almuerzo en el que se conversó sobre la posibilidad de “repatriar” a quienes se alejaron del peronismo.