La elección de los eurodiputados abre un nuevo ciclo en el bloque, y los nuevos legisladores designarán a quien presidirá la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE.
Son 27 países miembros de la UE que eligieron 720 bancas en el Parlamento (15 más que los 705 actuales), podían votar más de 370 millones de personas. Cada país reparte una parte proporcional de dichas bancas en función de su población. Alemania (96), Francia (81), Italia (76) y España (61) son los países que más europarlamentarios aportan mientras que Malta (6) o Luxemburgo (6), los que menos.
El mayor número de escaños procede principalmente del RN francés (30), Fratelli d’Italia (24), el PiS polaco (19), el AfD alemán (17) y el Fidesz de Viktor Orban en Hungría, estos cinco partidos suman más de la mitad de todos los representantes electos de extrema derecha.
En este escenario, los socialistas, partidos de izquierda y verdes solo suman el 31% de las bancas (222 de los 720). En Francia, el partido de extrema derecha Reagrupación Nacional liderado por Jordan Bardella, obtuvo más del 30% de votos, aproximadamente el doble que la coalición liberal lanzada por el presidente Emmanuel Macron.
A partir de eso, Macron anunció la disolución de la Asamblea Nacional francesa y llamó a elecciones. La primera vuelta será el 30 de junio y el ballotage el 7 de julio. “No puedo actuar como si nada hubiera pasado”, declaró el presidente francés luego de conocer los resultados.
A pesar del avance de los partidos de derecha, las proyecciones del Parlamento Europeo sugieren que la suma de los conservadores moderados, los socialdemócratas y los liberales centristas seguirá siendo mayoría, en un gran bloque de 389 bancas. Sin embargo, aunque en estas elecciones el número de eurodiputados pasó de 705 a 720, los socialdemócratas, los liberales y los verdes sufrieron pérdidas considerables en número de escaños.
¿Las derechas son todas iguales?
Este domingo el presidente Javier Milei recibió la noticia de las elecciones al Parlamento Europeo y escribió en su cuenta de X (ex twitter) que era un tremendo avance de las nuevas derechas en Europa, adjudicándose el triunfo.
“Hace unos meses nos paramos frente al Foro de Davos, principal exponente de la Agenda 2030 y les dijimos que de continuar este rumbo Occidente se encaminaba a su extinción. Los pueblos de Europa han hablado y han revalidado con su voto nuestra visión, a pesar de los llantos de los progresistas locales e internacionales, periodistas y políticos que cuestionaron el nuevo posicionamiento de Argentina para disfrazar sus intenciones globalistas. Revisen quienes atacaron con vehemencia nuestro discurso y encontrarán allí los representantes en Argentina de esa agenda nefasta que hoy ha sufrido una enorme derrota”, sostuvo el mandatario argentino.
TREMENDO AVANCE DE LAS NUEVAS DERECHAS EN EUROPA
Llegan grandes noticias desde el Viejo Continente. Las nuevas derechas han arrasado en las elecciones europeas y le han puesto un freno a todos aquellos que empujan la Agenda 2030, una agenda inhumana diseñada por burócratas, para…
— Javier Milei (@JMilei) June 10, 2024
Milei intenta compararse con los líderes de la derecha europea como si las realidades o las ideas fueran similares. Es cierto que Europa enfrenta una crisis de los partidos socialdemócratas, los verdes e incluso algunos liberales, con la Pandemia de COVID-19 la derecha mostró que podía ser una alternativa cuestionando la vacunación, las cuarentenas y las políticas llevadas adelante por los Estados. Hasta ahí, incluso es algo que el propio presidente argentino aprovechó en su momento.
Jan Zielonka es Profesor de Política Europea en la Universidad de Oxford que estudia Europa, escribió varios libros sobre la política europea y explica que lo que se está jugando actualmente en este escenario es el nacionalismo y el europeísmo. Es decir, aquellos que defienden las identidades nacionales y los que defienden la idea de una Unión Europea fuerte en su conjunto.
Vale aclarar que estos nacionalismos son de derecha porque sus proyectos se tratan principalmente de no tener políticas de cuidado del medio ambiente o no priorizarlas, de restringir las políticas migratorias y darle más poder “nacional” a los Estados miembros de la UE.
Hace unos años, estos proyectos se veían fuera de la UE. Sin embargo, con la salida de Gran Bretaña (Brexit) y las dificultades que eso trajo, cambiaron los objetivos a no abandonar la Unión y ganar cada vez más espacio dentro de ella.
El electorado también se muestra escéptico en este contexto de crisis europea y es que según indican algunas encuestas, los gobiernos europeos le prestaron mucha atención a la legislación verde, la guerra en Ucrania y el Covid-19 sin tener en cuenta por ejemplo, la discusión económica sobre el empleo, el costo de vida y los alquileres. Sobre esto último, cabe destacar que los nacionalismos europeos culpan a la migración de la crisis que atraviesan y la solución que proponen es “ser más nacionales y menos europeos”.
La derecha que propone Milei es global por lo que no es lo mismo que la derecha europea con quien se compara, el presidente argentino habla de Occidente como figura a engrandecer mientras que en Europa se encargan de hablar de soberanía de cada uno de los Estados. Globalismo por un lado, nacionalismo por el otro.