Arce propone un referéndum sobre la reelección presidencial para destrabar la interna con Evo

El presidente boliviano anunció una consulta popular “sobre la reelección continua o discontinua del presidente”. Evo Morales rechazó la propuesta y dijo que la jugada tiene “el único propósito de inhabilitarme como candidato”.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, retomó la iniciativa y dio un paso al frente en el marco de la disputa interna que mantiene hace tiempo con Evo Morales. “Planteo la convocatoria a referéndum en la fecha de las elecciones judiciales sobre la reelección continua o discontinua del presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia”, anunció durante el acto del 199° aniversario de la independencia boliviana.

“La decisión del pueblo será el farol de la democracia participativa, que nos guiará hacia un futuro más promisorio para bolivianas y bolivianos. Estoy convencido que la sabiduría del pueblo será la garantía que nos permita superar los obstáculos que atravesamos y que, sin lugar a dudas, nos mantendremos unidos de cara al bicentenario”, aseguró el mandatario.

Su argumentación incluyó una alusión indirecta a la confrontación abierta que mantiene con Evo, de quien fuera su ministro de Economía durante 11 años: “A diferencia de muchos adversarios políticos, todas las medidas que tomamos como gobierno no responden a cálculos electorales, no responden a ambiciones personales, sino que obedece a darle certezas a la población”.

Según indicó Arce, la propuesta del referéndum también incluirá otros dos ejes: la eliminación de la subvención a los hidrocarburos y la cantidad de escaños parlamentarios actualizados en función del censo realizado este año. Además, contempla la convocatoria a un “Diálogo Nacional por la Economía y la Producción” con empresarios y sectores sociales “para que los actores políticos no vuelvan a afectar la estabilidad y economía de las familias bolivianas”.

En la reunión con el empresariado privado, se tratará la problemática del tipo cambiario, las exportaciones e importaciones, entre otros temas que vienen dañando la economía boliviana.

También sostuvo que se convocará a un gabinete social donde, según dijo, “de manera conjunta con las organizaciones sociales obreras, campesinas e indígenas originarias, abordaremos propuestas económicas, analizando de manera prioritaria el tipo cambiario, las exportaciones, importaciones y otros”.

La respuesta de Evo

Del otro lado de la grieta del MAS boliviano, apareció rápidamente el rechazo de Evo. “Utilizando los mismos métodos que el traidor Lenin Moreno, Luis Arce pretende convocar a un referéndum con el único propósito de inhabilitarme como candidato para las elecciones. Arce se negó a hacer un congreso de unidad, se negó a hacer primarias cerradas y se negó a hacer primarias abiertas porque sabe que no tiene ninguna chance para ganar democráticamente”, publicó en sus redes el líder histórico del denominado “proceso de cambio”.

Y agregó: “El pueblo boliviano y nuestras hermanas y hermanos latinoamericanos se dan cuenta. La traición es una de las más despreciables conductas humanas”.

El distanciamiento entre Arce y Evo se fue profundizando en los últimos con fuertes acusaciones de lado y lado. El punto principal de discordia tiene que ver con las candidaturas para las elecciones presidenciales de 2025.

La Constitución boliviana señala que el periodo presidencial es de cinco años, con posibilidad de una reelección de manera continua. Desde el gobierno dicen que ese artículo inhabilita a Morales, ya que gobernó tres mandatos de manera continua del 2006 al 2019 hasta su destitución con el golpe de Estado de noviembre de 2019.

Por su parte, Evo argumenta que ese artículo constitucional no le afecta, pues sólo habla de la reelección continúa y, por lo tanto, podría ser presidente otra vez.

La iniciativa del presidente Arce intenta dar respuesta a esta disputa pero también al deterioro de la macroeconomía boliviana, afectada por una fuerte caída de la exportación petrolera y de los precios del gas, que se tradujo en una creciente escasez de dólares, desabastecimiento de combustibles, bajo nivel de reservas y aumento de la inflación.