Masiva marcha en Honduras: “Poder Popular contra el golpe de Estado”

Miles de hondureños y hondureñas se movilizaron en apoyo a la presidenta Xiomara Castro en el marco de la denuncia de un nuevo intento golpista promovido por Estados Unidos.

“Golpe de Estado nunca más”, gritó la presidenta hondureña Xiomara Castro en el clímax de su discurso ante miles de personas que marcharon este sábado para respaldar al gobierno y denunciar un nuevo intento desestabilizador orquestado desde Estados Unidos.

“Poder Popular contra el golpe de Estado” fue la consigna de la masiva movilización convocada por el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) que culminó frente a la Casa Presidencial en Tegucigalpa, en el marco de los 203 años de la independencia centroamericana y de una creciente tensión con Washington, en particular con la embajadora Laura Dogu.

“Invito a la clase trabajadora a defender nuestra democracia”, expresó la mandataria y señaló que “aquellos que se niegan a pagar impuestos, los que saquearon las arcas del Estado, los que destruyeron y privatizaron las empresas públicas con corruptos fideicomisos públicos-privados, los que negociaron la soberanía y vendieron el territorio en Zedes (Zonas de Empleo y Desarrollo), tienen que rendir cuentas y no voy a permitirles que organicen un golpe de Estado nunca más”.

Además, aseguró que “la refundación de Honduras está en marcha” y pronosticó otra victoria del Partido Libre en las elecciones generales previstas para noviembre de 2025.

La trama golpista

El 3 de septiembre, en una transmisión por cadena nacional, Castro denunció un intento de golpe de Estado horas después de que la ONG estadounidense InSight Crime divulgara un video de 2013 que muestra a su cuñado, Carlos Zelaya, en una reunión con narcotraficantes.

El día anterior, Zelaya había renunciado a su cargo como diputado. Y, tras presentarse voluntariamente ante la Fiscalía a declarar, negó vínculos con el narcotráfico y aseguró que la reunión con los narcos fue una trampa que le tendieron.

“Pueblo hondureño, en relación al video del 2013 publicado en redes, condeno todo tipo de negociación entre narcotraficantes y políticos”, afirmó la presidenta. Luego, su ministro de Seguridad, Gustavo Sanchez, leyó un listado de decenas de causas judiciales por narcotráfico en las que están involucrados políticos de la derecha.

Posteriormente, la presidenta solicitó a la Fiscalía General investigar y someter a la justicia todos los casos denunciados “sin ninguna selectividad para el combate a la narcoactividad”.

La tesis del gobierno es que Estados Unidos y los grandes medios de comunicación ocultan todos esos vínculos del crimen organizado con sectores de la derecha hondureña.

La tensión con Washington había explotado el 28 de agosto, cuando la embajadora estadounidense se refirió a una reunión que sostuvieron en Venezuela en agosto de este año José Manuel Zelaya, entonces secretario de Defensa, y Roosevelt Hernández, máximo líder de las fuerzas militares hondureñas, con el entonces ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino.

“Fue bastante sorprendente para mí ver al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor Conjunto sentados al lado de un narcotraficante”, afirmó Dogu.

Tras esas declaraciones, la presidenta acusó de intervencionismo a la diplomática: “No permitiré que se instrumentalice selectivamente el tratado vigente con Estados Unidos para desarticular las Fuerzas Armadas, derrocar mi gobierno y destruir las elecciones”.

“El plan para destruir mi Gobierno socialista-democrático y el próximo proceso electoral están en marcha. Las mismas fuerzas oscuras internas y externas del 2009, con la complicidad de la mediática corporativa nacional e internacional, se están reorganizando en nuestro país para asestar un nuevo golpe de Estado que el pueblo debe repeler”, agregó la mandataria haciendo referencia al golpe de Estado de 2009 que derrocó a su esposo Manuel Zelaya.

En ese marco, Castro ordenó ir hacia suspensión del tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos que está vigente desde 1912, argumentando que esto le permitirá evitar que Washington lo use contra militares que le son leales para facilitar un intento de golpe.