Esta semana el presidente Daniel Noboa publicó en sus redes sociales que enviará un proyecto a la Asamblea Nacional para modificar la Constitución, eliminando el artículo que prohíbe bases militares extranjeras en el país.
El mandatario ecuatoriano sostuvo que la decisión era para enfrentar el crimen organizado de manera efectiva y que para eso es necesario contar con respuestas tanto nacionales como internacionales.
El anuncio fue a través de un video en la antigua base de Manta, donde operó una base militar de Estados Unidos hasta 2009, cuando la Constitución, bajo el gobierno de Rafael Correa, prohibió instalaciones militares extranjeras en respeto a la soberanía del país.
A Ecuador no le hacían falta oportunidades, sino honestidad y voluntad política.
Por eso, hoy presentaremos un Proyecto de Reforma Parcial a la Constitución en la Asamblea Nacional que modifique el artículo 5, el cual prohíbe el establecimiento de bases militares extranjeras y… pic.twitter.com/myn2IBjHa9
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) September 16, 2024
A principios de este año, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado, considerándolo un “conflicto armado interno” lo que permitió clasificar a las bandas como grupos terroristas y “actores beligerantes no estatales”. Además, decretó un estado de excepción, militarizando las cárceles controladas por estas organizaciones, que también estarían vinculadas al narcotráfico.
Ecuador con importantes puertos como Guayaquil y una economía dolarizada, se ha convertido en un punto clave para el tráfico de drogas hacia Europa y Norteamérica en los últimos años.
ALBA-TCP expresó preocupación por el anuncio del gobierno de Noboa
A través de un comunicado, los Estados miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) expresaron seria preocupación por el planteo del gobierno ecuatoriano de permitir el establecimiento “de bases militares extranjeras e instalaciones con propósitos militares”.
“Admitir bases militares extranjeras en territorios de países de Nuestra América representa una amenaza para la paz y la estabilidad de toda la región, socavando los acuerdos de convivencia pacífica entre los Estados”, agrega el documento.
ALBA-TCP viene denunciado en varias ocasiones el uso simulado de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado trasnacional “como pretexto para abrir los caminos para la interferencia en los asuntos internos de los Estados, avalando en consecuencia la instalación de bases militares en el continente con todos los peligros y riesgos asociados que ello implica”.