Volver a los 90: el gobierno busca privatizar Aerolíneas Argentinas

El PRO y los libertarios buscan avanzar en un proyecto de ley para privatizar la aerolínea de bandera estatal. Un repaso por las consecuencias de la mercantilización de la empresa argentina en los años menemistas.

En medio del conflicto con los gremios aeronáuticos, el Gobierno avanza con un proyecto de ley para privatizar Aerolíneas Argentinas. Será en acuerdo con los diputados del PRO, quienes redactaron un proyecto para tal fin.

La definición se tomó durante la habitual reunión que el funcionario nacional mantiene los lunes en sus oficinas de la Casa Rosada con los miembros de la oposición dialoguista. Allí estuvieron diputados del PRO: Silvia LospennatoSilvana GiudiciDiego SantilliPatricia Vásquez, Sergio Capozzi y Hernán Lombardi, autor del proyecto para privatizar Aerolíneas Argentinas.

También autoridades nacionales, como Guillermo Francos, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi; el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

El paso inicial se dará este miércoles a las 11 horas, cuando tanto la comisión de Transporte como la de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados se reunirán para tratar la privatización de Aerolíneas.

El Gobierno decidió avanzar con la iniciativa en medio de un largo conflicto con los gremio aeronáuticos, que siguen adelante con medidas de fuerza reclamando mejoras salariales y rechazando los despidos en el sector.

 

Existen diferentes proyectos para avanzar con la venta de la aerolinea estatal. Uno de ellos es de Hernán Lombardi del PRO. El mismo establece declarar “sujeta a privatización, en los términos y con los efectos previstos en la Ley N° 23.696 de Reforma del Estado, la empresa Aerolíneas Argentinas S.A”.

A su vez, autorizaría a “establecer el marco legal y llevar adelante el procedimiento para instrumentar el proceso de privatización referido en el Artículo 1°”.

Mientras que la iniciativa de la Coalición Cívica pide que se respeten las disposiciones incluidas en la ley de Bases para proceder a la privatización, que contempla la participación de la Comisión Bicameral de Privatizaciones del Congreso, de la Sindicatura General de la Nación y la Auditoria General de la Nación (AGN).

La privatización de los 90

En los años 90, durante la presidencia de Carlos Menem, Aerolineas Argentinas fue privatizada. Hasta el 2008, Aerolíneas Argentinas estuvo manejada por el consorcio español Iberia.

El esquema elegido para la privatización incluía un socio técnico, especialista y principal, en este caso la aerolínea estatal (por entonces) Iberia, con un 50%, y una serie de pequeños socios locales privados, que cubrirían un 40% de las acciones.

El restante 10% iría a manos de los trabajadores a través del Programa de Propiedad Participada (PPP).

Los socios locales nunca concretaron el interés inicial y el gobierno e Iberia se vieron ante la disyuntiva de dar marcha atrás con todo el proceso o buscar alternativas. En esa coyuntura se eligió que Iberia asumiera el control mayoritario de la compañía (90%), pero sin contar con los fondos que respaldaban esa adquisición.

En consecuencia, la española concretó “una compra sin dinero”. Pero como tenía que pagar, se le permitió que comenzara a vender los activos de la propia Aerolínea para obtener fondos y pagar la adquisición.

Así se perdieron el Centro de Entrenamiento de Pilotos de Versalles, que fue desmantelado; diversas oficinas de pasajes en el Exterior, entre otras.

Otra estrategia de la española fue transferirle aviones viejos propios y contabilizarlos como inversiones. Es decir, contabilizar como inversiones positivas adquisiciones que no se hubieran realizado en ninguna otra transportadora debido a las pocas horas restantes rentables que tenían esas aeronaves.

Cuando el Estado volvió a controlar la empresa de bandera, había 26 aviones operativos con una flota antigua que volaban a muy pocos destinos.