Por Daniela Ramos desde Lima
Al menos tres encuestadoras presentaron este domingo sus proyecciones para la segunda vuelta electoral en el Perú que se desarrollará el próximo 6 de junio. Con diferencias, todas hablan de un escenario abierto en el que Pedro Castillo encabeza y Keiko Fujimorí acorta distancias semana a semana. Pero la campaña se juega en un terreno más pantanoso que el de las encuestas: las calles y la prensa nacional, que hoy parecen ir en direcciones divergentes.
En las últimas semanas, Pedro Castillo —el candidato de izquierda que nadie anticipaba en este tramo de la contienda— suspendió su gira por el sur del país y llegó a Lima. Los medios acusan una campaña desorientada, pero Castillo se mantiene fiel a su estrategia, que incluye mitines abiertos y una propuesta centrada en una nueva Convención Constituyente, la apertura de un Ministerio de Ciencia y Tecnología y la lucha contra la corrupción.
El desembarco en Lima
A tres semanas del balotaje, la campaña inauguró un nuevo capítulo en la capital peruana. Este lunes, ambos candidatos firmaron una Proclama Ciudadana en favor de la democracia, la institucionalidad y los derechos humanos. El acto fue una cita obligada que se desarrolló bajo la mirada atenta de uno de sus impulsores, el cardenal y arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto, quien dijo estar preocupado por la polarización del Perú.
Ese mismo día, Pedro Castillo tuvo un encuentro con organizaciones sociales en la Casa del Minero, donde confluyeron dirigentes sindicales, trabajadores precarizados, mujeres indígenas, movimientos campesinos y representantes del comercio. “Ustedes tienen que estar en la convención constituyente”, aseguró Castillo. Los referentes expresaron su apoyo no sin antes subrayar, al menos, dos condiciones: que no se olvide de ellos al llegar al poder, y que descarte a la derecha en sus equipos de gobierno. Todavía esta presente el sinsabor que dejó Ollanta Humala.
Lima Metropolitana es la plaza más difícil para Perú Libre. Lo indican los números, pero también una mirada histórica de la sociedad limeña, que gusta de presumir su estatus cosmopolita y que observa con cierto recelo al Perú profundo, hoy encarnado en la candidatura de Pedro Castillo. Tras el triunfo en primera vuelta, el intelectual Héctor Béjar ya anticipaba una “campaña feroz” en contra del cajamarquino. “Lo que se viene es muy serio en el Perú, va a ser un mes de una gran tensión”.
El departamento de Lima representa un tercio del electorado peruano, es decir, 8 millones de los veinticuatro que irán a las urnas en junio. Lima Metropolitana es un área extensísima donde transcurre una parte importante de la vida comercial y social del país. Pero como sus propios habitantes cuentan, en los hechos hay “muchas Limas”, reflejo de la desigualdad estructural que también se observa en otras metrópolis latinoamericanas.
La campaña en los medios
En la prensa nacional y concentrada, la campaña contra Castillo es más bien evidente, con señalamientos que se reproducen bajo el mismo libreto. Por un lado, hay un intento por minar la autoridad del candidato de Perú Libre y rivalizarlo con Vladimir Cerrón, gobernador de Junín, al que llaman el “dueño de Perú Libre”. Cerrón es presentado como el hombre fuerte del partido y nadie se esfuerza en explicar ese antagonismo con Castillo: se da por hecho.
Otro reclamo recurrente es la ausencia de un plan de gobierno —que se publicó en redes sociales el día domingo— y la supuesta improvisación en el último tramo de la campaña. “Nunca se ha visto este periodismo programático” bromea un seguidor de Castillo. ¿Qué tan decisiva es la palabra de los medios? Nadie lo sabe, considerando que la primera ronda electoral tomó por sorpresa a propios y ajenos.
Keiko Fujimori, por su parte, parece centrada en hablarle a los suyos y consolidar el núcleo fujimorista con gestos de reconciliación, como el reencuentro público con su hermano, Kenji Fujimori, luego de un prolongado distanciamiento político y familiar. Los hermanos tuvieron una disputa pública en 2018 en relación al indulto de su padre, Alberto Fujimori, y las alianzas hacia el entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski.
La herencia fujimorista está presente en la sociedad peruana pero ausente en el debate electoral. Keiko, de hecho, defiende sin demasiado reparo el saldo histórico de su padre. Esta semana definió como “planificación familiar” a la esterilización forzada llevada a cabo por Alberto Fujimori a casi 300 mil mujeres peruanas, muchas de ellas campesinas.
El concepto en disputa es el de “cambio”, algo que Keiko intentó utilizar en su favor hablando de “cambiar para adelante”, a lo que su rival respondió “Cambio no es con K de Keiko, sino con C de Castillo”. En el esfuerzo por atacar al candidato de Perú Libre, la agenda en debate termina siendo la suya, algo que entusiasma a sus seguidores. El activismo que rodea a Castillo considera que el descreimiento hacia lo que llaman “prensa mermelera” es mayor a su poder de influencia.
Los equipos técnicos
Este martes se conocieron los equipos técnicos de ambos candidatos, se trata de nombres destacados en áreas estratégicas y un anticipo de los lineamientos en las diferentes áreas de gobierno. En un acto en Puente Piedra, en la zona de Lima Norte, Castillo presentó a los suyos frente a una multitud, aunque se encargó de aclarar que no suponen cargos ministeriales.
El equipo expresa la diversidad regional en la que tanto insisten desde Perú Libre, es decir, no sólo reúne a personalidades limeñas. Entre sus integrantes se encuentran la candidata a vicepresidente, Dina Boluarte; Juan Pari y Hernando Cevallos, ambos ex congresistas; los economistas Celeste Rosas, Andrés Alencastre y Roberto Vela Pinedo; Anahí Durandt, quien fuera jefa del plan de gobierno de Juntos por el Perú; el ex fiscal Avelino Guillén; y el físico Modesto Montoya, quien sí parece un nombre confirmado al frente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, en caso que Castillo gane.
Otro nombre reconocido es el de Juan Cadillo, docente e ingeniero que ganó las Palmas Ministeriales y se ubicó en el top 50 de mejores docentes en el Global Teacher Prize de 2017. La nómina la completan Julián Palacín, Rolando Paucar, Ricardo López Risso y Juan Cadillo León.
La presentación de este equipo de especialistas fue una excusa para realizar un acto de campaña en las afueras de Lima, que resultó concurrido y vistoso en contraste al anuncio a puertas cerradas de Keiko Fujimori. “No caigamos en las provocaciones” advirtió Castillo, de cara a la larga campaña que queda por delante y que puede ser decisiva para los peruanos, e incluso, para la reconfiguración regional.