Desde muy temprano de la mañana del 15 de noviembre, las columnas convocadas principalmente por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y gremios como la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) recorrieron las ciudades para festejar y apoyar los primeros 100 días de gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez. Una visible demostración del apoyo popular al presidente.
#100DiasDeCambio así fueron algunas de las marchas en las diferentes ciudades de Colombia, la gente quería expresarse y mostrar su respaldo al presidente Petro en una día laboral y con estudiantes en clases: TODO FUE EN PAZ
Empezamos en Cali, miles de personas salieron 🧵 pic.twitter.com/Yfdn0w15Ji— MisterMay (@mister_may1) November 15, 2022
Aquel 7 de agosto del 2022 asumía la formula encabezada por Gustavo Petro como presidente y secundado en la vicepresidencia por Francia Márquez, la primera mandataria afrodecendiente: “Madre orgullosa. Lideresa social, abogada, defensora del ambiente y los DDHH”, como se define a sí misma en su cuenta de Twitter.
Estas candidaturas representaban al primer gobierno de izquierda en los 200 años de historia colombiana. Ahora, la victoria obtenida cambiará radicalmente el paradigma en el país latinoamericano, tradicionalmente gobernado por las élites y sectores de la derecha. El triunfo fue obtenido a través de la coalición “Pacto Histórico”, una unión de movimientos y partidos políticos heterogéneos que llevaron a ganar el ballotage.
En la segunda vuelta su adversario fue Rodolfo Hernández, candidato donde se agazapaba el urbirismo, principal aliado de Estados Unidos, quien durante su gobierno comandó la mayor injerencia en la política interna en el País Caribeño, con el denominado “Plan Colombia”. Como también saboteado todos los intentos y acuerdos de “Paz” que se habían construido en los últimos años.
Precisamente, la “paz” es la principal bandera que añoran los colombianos, después de décadas de enfrentamientos entre diferentes actores que van desde el Estado al narcotráfico, los paramilitares y las diversas organizaciones guerrilleras. Por eso una de las principales medidas adoptadas por el gobierno de Petro fue la “Ley de la paz total”, la cual quiere ser una continuidad de los diálogos con los distintos agentes armados que están expandidos por el territorio colombiano.
Un nuevo horizonte
Entre los “50 hitos” que el presidente presentó como balance de sus primeros 100 días de gobierno, están el restablecimiento de las relaciones con Venezuela (un cambio radicalmente enorme en términos de relaciones internacionales con su vecino país, con el que siempre hubo actos de hostigamiento), políticas públicas en materia de justicia ambiental, la protección de la amazonía, la reforma agraria, la educación superior gratuita, la transferencia de ingresos para las madres jefas de hogar, el dialogo con los movimientos armados, atención a la crisis climática y la reducción en las tarifas de energía en todo el país, el programa de mejoramiento de Vivienda y del Preventivo de Salud, la reducción de los homicidios en el país, la Reforma Tributaria y el cambio en la política antidrogas.
Entre las principales iniciativas podemos destacar: la “Ley de Paz Total” que abrió paso al reinicio del diálogo con el ELN y buscará el desarme de los grupos narco-paramilitares, en lo que es el desafío más urgente: pacificar un país que se desangra hace décadas; la reforma rural que, entre otras, prevé repartir 3 millones de hectáreas a comunidades campesinas; la reforma tributaria que implicará una mayor carga a los ricos y a las empresas de hidrocarburos; el restablecimiento de las relaciones con Venezuela; diversas propuestas y medidas para enfrentar la crisis climática; y la promesa de gratuidad en la educación superior.
“En síntesis, un gobierno pragmático que amplió su alianza hacia sectores liberales e incluso conservadores, con las negociaciones y concesiones que eso implica, pero que se mostró muy dinámico y caminó con buen pie estos primeros 100 días”, amplia y detalla Gerardo Szalkowicz, periodista y editor de Tiempo Argentino y el portal Nodal, en diálogo con este medio.
Estas medidas le han dado al gobierno una legitimidad y una imagen de cambio profundo, algo que desde el primer día era una incertidumbre. Así lo manifestó también la vicepresidenta Francia Marquez: “¡Seguiremos trabajando para que Colombia se convierta en Potencia Mundial de la Vida!”.
#100DíasDeCambio
¡Seguiremos trabajando para que Colombia 🇨🇴 se convierta en Potencia Mundial de la Vida! pic.twitter.com/bN2jtAq0Ke— Francia Márquez Mina (@FranciaMarquezM) November 15, 2022
De Colombia hacia el mundo
Este año se han dado tres elecciones que a groso modo podría cambiar el tablero de la región. La reciente victoria de Lula en Brasil, la de principio de año de Gabriel Boric en Chile, y ahora la del “Pacto histórico”, en Colombia.
Ahora, la pregunta que se hacen varios analistas es si se está frente al inicio de una nueva oleada de gobiernos progresistas que logren una mayor integración y soberanía frente al mundo, y más precisamente al gendarme de Latinoamérica, los Estados Unidos, o más bien se darán gobiernos de centro-izquierda que intentarán administrar las crisis que dejaron las anteriores gestiones.
Aun así, las señales que se vienen dando desde el nuevo gobierno colombiano, parecerían insinuar realmente un cambio de etapa. Pensemos que este país funcionó hasta el día de hoy como una base militar, o puerto para los norteamericanos, y desde donde comandaron todas sus operaciones de políticas de shock en los distintos países.
En su debut en la asamblea de la ONU, el discurso de Petro logró mucha repercusión por la contundencia de sus declaraciones. Sus palabras tenían como escenario simultáneo la COP27, por eso sus declaraciones en materia de justicia ambiental resonaron fuertemente ante el auditorio. Allí, por ejemplo, denunció la hipocresía de las grandes potencias a la hora de generar realmente políticas de cuidado del medio ambiente.
“Prefieren arrojarles más venenos a la atmosfera”, dijo, aludiendo a la emisión de los gases que producen las energías contaminantes, como también mencionó la devastación que los países desarrollados están haciendo en la Amazonia, principal pulmón de la tierra.
Otro de los puntos destacables tuvo como eje la “guerra contra las drogas”, denunciándola como inefectiva y que acentúa la problemática del narcotráfico.
“Si no corregimos el rumbo y esta guerra se prolonga otros 40 años, Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes y morirán asesinados un millón de latinoamericanos más“, sostuvo. Como no era de esperar la oposición política de su país salió al cruce de sus declaraciones, acusándolas de “dividir”, y que su discurso fue en contra la histórica retórica diplomática Colombiana.
A su vez, en su participación en la COP27, Petro volvió a arremeter con sus denuncias sobre el cambio climático, teniendo en cuenta que el presidente lleva sobre sus espaldas una tradición fuerte de defensa del medio ambiente.
“No hay otra salida que acabar el consumo de petróleo, carbón e hidrocarburos”, manifestó, en forma de síntesis.
Tal como afirma Szalkowicz, los 100 días de gobierno muestran algo sobre todas las cosas: “La foto arroja un torbellino de iniciativas que logró desplegar Gustavo Petro en este impulso inicial, a contrapelo del resto de los gobiernos de la región empantanados en disputas internas, turbulencias económicas, acechos desestabilizadores y en los límites propios de su moderación”.