Venezuela y la vuelta al crecimiento económico

Un PBI en crecimiento, la salida de la hiperinflación, la subida del precio y la producción del petróleo, y más que nada el crecimiento de la economía real no petrolera, han creado el imaginario de que Venezuela “se arregló”.

Los aires en Venezuela parecen estar cambiando. Después de años de crisis y de la “guerra económica” y bloqueos a la que la somete EE.UU, el crecimiento económico de los últimos años parece indicar el fin del “periodo especial”, donde la escasez de alimentos y medicaciones, la pérdida de valor de los salarios, y la hiperinflación parecían que iban a terminar con el proceso revolucionario bolivariano.

Esto no sucedió, el gobierno pudo pilotear la tormenta, y hoy vive un período donde la economía parece empezar a despegar. La fotografía de las enormes colas para adquirir productos básicos más caros que a los precios internacionales es una postal que ya no se ve en las calles de Caracas

En una conferencia de prensa el presidente Nicolas Maduro anunció: “Venezuela rompe el récord mundial de crecimiento de nuestra economía real, de nuestra economía no petrolera. En el último trimestre hemos tenido un crecimiento económico superior al 20 %, los cuatro trimestres anteriores tuvimos un crecimiento superior al 17 %.

El presidente, haciendo una comparación con las grandes potencias, se descargó: “mientras ellos anuncian recesión de su economía, porque Europa y EEUU han optado por el suicidio económico, tratando de matar a Rusia, prefieren la crisis energetica, prefieren los apagones, prefieren la crisis económica, prefieren la inflación desatada, a negociar la paz con rusia”.

 

Todos estos datos fueron corroborados por Pascualina Curcio, Profesora Titular de la USB Directora del Instituto de Altos Estudios de América Latina de la USB Economista (UCV). “El tercer trimestre de 2021 el producto interno bruto creció 14,6% con respecto al mismo trimestre del año 2020; en el cuarto trimestre del 2021 se registró un aumento de 19,07% del PIB al compararlo con el cuarto trimestre de 2020. Por su parte, el primer trimestre del año 2022 mostró un crecimiento de 17,04% con respecto al del 2021”.

Bajo el slogan “Venezuela se arregló” viralizado por las redes sociales, se alude a un hecho de suma importancia que tiene que ver con que el país ha superado el ciclo de hiperinflación que la azotaba desde 2017, bajando a un dígito el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), durante estos cuatro años las variaciones superaban el 50%, número sindicado como el umbral de un proceso hiperinflacionario.

En el último trimestre de 2017 se registró el punto más alto llegando a ser del 862,6%. A partir de ese momento, comenzó un lento proceso de retracción que llega al día de hoy. Si bien la frase puede resumir el “milagro” Venezolano, el mismo presidente se encargó de desmentir su autoría.

“Alguna gente ha salido a decir que ‘Venezuela se arregló’. No, no se ha arreglado. Está mejorando, Venezuela va a mejorar, crecer, pero falta mucho por hacer”, indicó. Nadie puede afirmar si esta frase fue intencionalmente creada por el oficialismo, o no, pero sí que se ha difundido tanto dentro como fuera del país. Aunque no son pocos los que la atribuyen a una estrategia del gobierno de Nicolás Maduro para proyectar una imagen más favorable del buen momento que atraviesa el país. Lo que sí es seguro es el fenómeno económico, como bien lo expresa con picardía el presidente: “Venezuela hoy puede decir que nos merecemos el Premio Nobel de Economía porque hemos echado pa’lante solitos, solitos, humildemente solitos con la agenda económica bolivariana”.

Otro fenómeno que revirtió su tendencia tiene que ver con el aumento del precio del petróleo. Recordemos que Venezuela es un país mono exportador de hidrocarburos A partir del 2021, después de años de caída el precio del barril alcanzó un promedio de 69,72 US$/barril. A esto hay que sumarle los efectos que generó la guerra entre Rusia y Ucrania, el precio llegó a alcanzar niveles de 117 US$/barril en junio y un promedio de 81,61 US$/barril.

Una paradoja histórica fue la que se vivió con el cambio de paradigma de EEUU frente a Venezuela, un viraje en su relación. Luego de años de querer derrocar al gobierno de Maduro utilizando distintas medidas de inestabilidad política, caracterizandolo como parte del eje de mal, de que en Venezuela había una dictadura, que las elecciones eran fraudulentas, hasta de autoproclamar un “presidente encargado” por fuera de todas las reglas democráticas.Ahora, debido a la crisis energética mundial, EEUU decidió levantar  ciertas sanciones contra el gobierno de Maduro.

Debido a esto el  gobierno de Joe Biden autorizó a la compañía petrolera estadounidense Chevron iniciar negociaciones con la estatal venezolana PDVSA para aumentar la cantidad de barriles de petróleo, y está negociando la posibilidad de volver a comprar petróleo a Venezuela.

Pero si en algo se nota el crecimiento de la economía venezolana es en la economía no petrolera, sino en la economía real. Como destaca Nicolas Maduro “estamos teniendo un crecimiento superior al 20 por ciento de la economía real”.

Al desplomarse la economía rentista del petróleo, explicó Maduro “quedó en pie la economía real productiva del campo, la economía agricola, la que produce riquezas” que fueron los motores principales de la recuperación.

“En venezuela están creciendo la economía industrial, las telecomunicaciones, el país está rompiendo record este año para producir soya, máiz blanco y amarillo, arroz, frijoles, gracias a las manos de los productores y productoras ¡Venezuela productora y exportadora de alimentos”, reiteró el presidente. 

Este presente que vive Venezuela cambia radicalmente el panorama, si el crecimiento sigue y el país logra encarrilarse definitivamente  ya no se podrá repetir la frase “no seamos como venezuela”, latiguillo de la derecha latinoamericana que impregnó el sentido común.