Artículo originalmente publicado en Peoples Dispatch
El 2 de marzo se cumplieron siete años del asesinato de la reconocida activista medioambiental y líder indígena hondureña Berta Cáceres. Cáceres, que surgió como una importante líder nacional tras el golpe de Estado de 2009, fue asesinada a tiros en su casa de la ciudad de La Esperanza a manos de sicarios el 2 de marzo de 2016.
Antes de su asesinato, Berta había sido víctima de una campaña de persecución y amenazas durante años, una respuesta de las fuerzas represivas del país a su resistencia a la construcción de la presa de Agua Zarca en el sagrado río Gualcarque. La presa era un proyecto hidroeléctrico de la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).
La aprobación de la concesión de la presa se impulsó sin consultar al pueblo indígena lenca que vivía allí, en violación del Convenio 169 de la OIT, que Honduras había ratificado. En 2013, el Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), co-fundado por Cáceres, comenzó a liderar una lucha militante contra la presa de Agua Zarca.
Junto con el COPINH, los indígenas de la comunidad de Río Blanco organizaron un bloqueo de rutas para impedir el acceso de DESA al lugar donde se construiría la presa, y mantuvieron una fuerte pero pacífica presencia durante más de un año. El bloqueo resistió múltiples intentos de desalojo y violentos ataques de contratistas de seguridad militarizados y de las fuerzas armadas hondureñas. Gracias a su valiente y sostenida lucha, consiguieron detener la construcción del proyecto durante más de dos años.
Sin embargo, esta resistencia convirtió a Cáceres en objeto de persecución, criminalización y ataques. El 2 de marzo de 2016, unos hombres armados irrumpieron en su casa y la asesinaron, después de que fracasara un intento de asesinato previo en febrero.
Tras el asesinato de Cáceres, el COPINH llevó a cabo una lucha incansable para lograr justicia para su compañera y líder Berta Cáceres. Tras muchos años de batallas legales, en junio de 2022, Roberto David Castillo, ex presidente de DAESH y ex agente de inteligencia militar formado en Estados Unidos, fue condenado a 22 años y seis meses de prisión por su participación en el asesinato de Cáceres. La familia de Berta y el COPINH continúan su lucha para exigir que todos los responsables del brutal asesinato sean juzgados y llevados ante la justicia.
El jueves, bajo el lema “7º Aniversario del plantón de nuestra compañera Berta Cáceres”, el COPINH organizó varios actos para conmemorar su vida y su lucha. La organización llevó a cabo la proyección del documental “Las Semillas de Berta”, sobre la lucha por la justicia para Berta después de su asesinato, así como la defensa del medio ambiente en Honduras: “Querían enterrarla, no sabían que éramos semillas y Berta Cáceres se multiplicó en nuestros corazones”. El COPINH organizó debates en varias redes comunitarias y llamó a la unidad de los pueblos para seguir sembrando las semillas de la resistencia y la justicia.
El COPINH exigió que los miembros de la poderosa familia Atala-Zablah, miembros de la junta directiva de DESA y accionistas clave, sean finalmente llevados ante la justicia.
#GaleriaDeFotos | 7 años caminando con las luchas de nuestra compañera #BertaCáceres
Mira aquí algunas fotos que ha dejado el 7to Aniversario de la Siembra de Berta 📸#7AñosJuntoABerta #JusticiaParaBerta #DesmantelarLaImpunidad #DesmantelarElExtractivismo pic.twitter.com/0jXfN3Y0MV
— COPINH (@COPINHHONDURAS) March 2, 2023
“Un año más en el que reiteramos y reafirmamos nuestra indeclinable lucha por justicia para Berta, para que todos los implicados en su crimen sean procesados y castigados. Un año más en el que exigimos que los delincuentes Jacobo, José Eduardo y Pedro Atala Zablah, junto con Daniel Atala Midence, instigadores de este crimen, sean llevados ante la justicia para que paguen por sus crímenes. En este séptimo aniversario, reiteramos que la impunidad de los instigadores, que siguen haciendo negocios a costa del pueblo hondureño, es un mensaje que promueve el asesinato de otros defensores de los derechos humanos y del medio ambiente”, dijo el COPINH.
La organización también exigió al gobierno de la presidenta Progresista Xiomara Castro el desmantelamiento de la impunidad y el extractivismo que se impuso en el país tras el golpe de Estado de 2009.
“En este día de Berta, hacemos un llamado al gobierno de la presidenta Xiomara Castro, y a todas las organizaciones e instituciones, para que aprovechen la oportunidad de justicia que nos brinda Berta Cáceres, y avancen con pasos decididos y contundentes para desmantelar la impunidad de las mafias criminales que mantienen cautiva a Honduras”. La búsqueda de justicia para Berta Cáceres implica necesariamente el desmantelamiento del injusto sistema extractivista de los recursos de las comunidades Indígenas y campesinas basado en un modelo de desarrollo que ha demostrado ser inútil para resolver los problemas de Honduras”, agregó el COPINH.