En un nuevo gesto de acercamiento al continente africano, Lula da Silva, participó este domingo en Santo Tomé y Príncipe en la XIV Conferencia de Jefes de Estado de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
Tras ser recibido por el presidente de Santo Tomé, Carlos Vila Nova, y la primera dama del país, Fátima Vila Nova, Lula intervino en la apertura del evento y destacó la unidad entre los países de la CPLP en cuestiones como la lucha contra la inseguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
“África lo tiene todo para convertirse en una potencia agrícola, con capacidad para alimentar a su población y al mundo. Brasil seguirá siendo un socio en este empeño”, afirmó Lula, ante representantes de los nueve países miembros de la CPLP: Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Portugal, Santo Tomé y Príncipe y Timor Oriental.
En su discurso, el mandatario brasileño se refirió al problema del hambre y afirmó que sin una alimentación adecuada no hay perspectivas de una vida digna. En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de cooperación internacional entre los países de lengua portuguesa para hacer frente al problema.
“La mayoría de los países de la CPLP tienen una población joven. Para que puedan aspirar a un futuro mejor, hay que promover desde ahora la sostenibilidad en sus tres dimensiones: social, económica y medioambiental”, sostuvo.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Brasil y Santo Tomé y Príncipe firmaron dos acuerdos bilaterales. Uno prevé la cooperación y la facilitación de inversiones entre los países. El otro es un memorando de entendimiento entre los organismos de diplomacia internacional de ambos países.
Acercamiento a África
Lula finalizó este último fin de semana una visita oficial a Angola, donde los dos países firmaron acuerdos bilaterales. Defendió la renegociación de la deuda de los países africanos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y afirmó que Brasil volverá a invertir en África.
“La lógica es intentar sensibilizar a los propietarios de esta deuda para que se transforme en apoyo a las infraestructuras. El dinero de la deuda, en vez de devolverse, debería invertirse en obras de infraestructura”, sugirió.
Artículo publicado originalmente en Brasil de Fato