El presidente impondrá medidas más duras para evitar la circulación y contener una curva de contagios récord. También se suspenderán las clases presenciales durante dos semanas. Esta semana hubo un promedio de 20 mil casos, el número más alto desde que comenzó la pandemia. Además: cómo sigue la campaña de vacunación.
Por Julián Pilatti
Argentina ya registra más de 58 mil muertes por coronavirus desde que la pandemia golpeó al país, allá por marzo de 2020. A su vez, el número de contagios supera los 2.579.000 casos.
El año pasado, el gobierno de Alberto Fernández decidió tomar medidas drásticas y aplicar una cuarentena dura por varias semanas, con el objetivo de fortalecer a un sistema de salud derruido y evitar que los hospitales colapsaran rápidamente.
Esta vez, pese a que se registran muchos más casos respecto al peor momento de la pandemia en 2020, nadie del oficialismo se anima a apretar el botón rojo. Aunque la realidad parece empujar en ese sentido. Este miércoles 14 de abril el gobierno anunció medidas para restringir un poco más la vida social: habrá toque de queda desde las 8 de la noche hasta las 6 de la mañana y se prohibirán las actividades sociales, culturales y deportivas.
Todas las medidas se darán para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) pero podrán ser extendidas a otras provincias y municipios si sus mandatarios así lo decidieran.
Lo que pone entre la espada y la pared al gobierno de Alberto Fernández es la compleja situación social y económica. A la crisis económica que ya había dejado la gestión de Mauricio Macri, se suma una pandemia que terminó de sofocar la capacidad de crecer y amenaza con sumar nuevos pobres en el país. Es por eso que hay una máxima resistencia a cerrar toda actividad como ocurrió durante el 2020. De hecho, durante esta semana, el Poder Ejecutivo tuvo que salir a desmentir una versión que circuló con fuerza por redes y teléfonos donde se indicaba que iban a reeditar medidas del tipo Fase 1.
En ese marco, uno de los anuncios más importantes que dio el presidente Fernández fue la suspensión de la presencialidad de las clases durante dos semanas. La medida regirá desde el lunes 19.
“Les pedimos que solo salgan a la calle para ir a trabajar, hacer tareas esenciales y llevar a los chicos a las escuelas”, dijo a modo de ruego la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, en una de las conferencias de prensa de esta semana. Aseguró que fue “el mensaje más duro” que tuvo que dar desde que comenzó la pandemia.
El análisis que pone un poco de paños fríos es que las últimas cifras de contagios no reflejan aún el impacto de las restricciones que ya había tomado el gobierno nacional (principalmente limitar la vida nocturna, la circulación en restaurantes, bares y otras actividades en espacios cerrados).
Pero la situación parece llevarse puesta cualquier medida, en tanto ninguna logre detener el movimiento en las calles y el transporte público. Lo que preocupa en especial al presidente Alberto Fernández y su equipo de expertos es la circulación comunitaria de las nuevas cepas de coronavirus.
“La situación es delicada y estamos preocupados, el sistema de salud está en tensión. No es lo mismo que en 2020. El aumento acelerado hace que se haya puesto en tensión sobre todo las camas de terapia intensiva”, afirmó Vizzoti. “Ha aumentado al 10% el porcentaje de las variantes del Reino Unido y Manaos. No están circulando en forma predominante, pero están en aumento y eso es una preocupación”, informó.
¿Por qué hay más jovenes internados?
Por su parte, una de las particularidades de esta segunda ola es que, al igual que otros países, son cada vez más jóvenes las personas que llegan a ser internadas. La última estadística mostró que pacientes entre 20 y 59 años fueron los más hospitalizados. En contraparte, el número de adultos mayores baja lentamente.
La explicación que dio el ministerio de Salud de la Nación y algunos especialistas se apoya en dos elementos: la primera es que evidentemente los jóvenes se están descuidando y los adultos mayores se siguen aislando. La segunda cuestión es el efecto de inmunización de las vacunas.
“Los grupos etarios que se internan son las personas más jóvenes, la enorme mayoría son de 20 a 59 años. En paralelo, vemos que las curvas que marcan las poblaciones de mayor edad crecen en menor medida. Esto tiene que ver con las poblaciones que aún se cuidan más, pero también puede ser el inicio de la repercusión de la vacunación”, dijo al respecto el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan.
Cómo está la campaña de vacunación
La esperanza se deposita en la campaña de vacunación. De hecho, Argentina se posiciona entre los 20 países que más han inmunizado a su población según un relevamiento de Our World in Data. Es decir que Argentina está a la altura de algunas naciones del primer mundo, con un porcentaje de vacunación de 8,96% de dosis por cada habitante.
Lo que intenta transmitir el gobierno de Fernández (casi con una postura pedagógica) es que el destino de las vacunas se concentra en pocos países, como era de esperarse en el marco de un sistema que no se caracteriza por la solidaridad. Hoy, el 90% de los países del mundo se encuentra con problemas de escases de vacunas.
En síntesis, hasta la fecha el país recibió 7.085.796 dosis de distintas vacunas, de las cuales 5,3 millones de dosis ya fueron aplicadas. De ese total, 4.661.085 corresponden a la primera dosis y 728.915 a la segunda. En el detalle, 2.632.249 dosis corresponden a la Sputnik V; 1.231.204 a la de Sinopharm y 578.433 a la de AstraZeneca.
A todo esto, y pese a las incesantes campañas de fake news, la buena noticia es que un estudio encabezado por el CONICET y el ministerio de Salud de la Nación verificó que el 94% de los vacunados con una sola dosis de la Sputnik V generaron anticuerpos. Similares niveles de inmunidad se dieron con el resto de las vacunas.
Hasta ahora, el gobierno argentino no anunció oficialmente el arribo de más aviones con vacunas, pero la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anticipó que “pronto” llegarán miles de nuevas dosis. Recientemente se firmó un acuerdo con China y con India. Además, en los próximos días, arribarán al país casi un millón de vacunas AstraZeneca.
“Estamos en este proceso de control de calidad de la producción de cada lote y si se aprueba, nos avisan y se genera toda la acción para ir a buscarla. Esas son las situaciones que no están sucediendo y estamos esperando alguna información”, detalló Vizzotti, que no anticipó una fecha. “Nos comprometimos a que cuando estuviera la confirmación lo íbamos a informar. Tenemos la expectativa de que pronto vamos a tener algún embarque”.