Australia tiene nuevo gobierno y enfrenta desafíos internos y externos

El partido laborista volvió al poder después de nueve años. El nuevo primer ministro tendrá desafíos a lo interno de la isla y en la política exterior. 

Albanese viene a terminar con una hegemonía de los partidos tradicionales y plantea un cambio progresista en la isla

Anthon Albanese derrotó al Scott Morrison en las elecciones del sábado 21 de mayo, luego de nueve años de que el partido liberal gobernara la isla. 

“Es una oportunidad para enviar el mensaje de que hay un cambio de gobierno y de que habrá un cambio de políticas en cuestiones como el cambio climático. El pueblo australiano votó por el cambio”, sostuvo Albanese, en su discurso como primer ministro. 

“Como Primer Ministro, quiero unir a la gente y liderar un gobierno que sea tan valiente, trabajador y solidario como el pueblo australiano”, añadió en su cuenta de Twitter el lunes. 

Anthony Albanese forma parte del Partido Laborista desde que transitaba la escuela secundaria, fue el primer miembro de su familia en ir a la universidad. Su origen obrero, ha moldeado su visión del mundo.

Al respecto, durante el cierre de campaña recordó su pasado en un barrio de viviendas sociales en Sydney y manifestó: “Dice mucho de este país que alguien con mis antecedentes pueda presentarse hoy ante ustedes, con la esperanza de ser elegido mañana primer ministro”.

Si bien el Partido Laborista llegó a ganar las elecciones, los números finales evidencian que los dos partidos políticos principales de Australia perdieron votos ante espacios independientes y partidos menores durante la elección del sábado, lo que demuestra una tendencia de insatisfacción de los electores con la política convencional.

Albanese y Macron se comunicaron para “reestablecer una relación bilateral”

 

Gobernar en una zona en tensión

Así como hacia adentro, en cuanto a política exterior Albanese deberá gobernar luego de la pelea abierta de Scott Morrison contra China, quién ponderó además su vínculo con Estados Unidos y Gran Bretaña. 

Al elegir el AUKUS, Morrison rompió un contrato con Francia de 56.000 millones de euros para la compra de submarinos y pasar a adquirir modelos estadounidenses, lo que fue considerado como una “puñalada por la espalda” por el Gobierno francés, que recibió la noticia como una traición.

Sobre este punto, está semana Macron y Albanese sostuvieron una comunicación telefónica y allí ambos mandatarios  acordaron “reconstruir una relación bilateral fundada en la confianza y el respeto para superar juntos los desafíos globales”

La alianza AUKUS fue creada para contrarrestar la influencia de China en la región Asia-Pacífico. Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos desarrollarán de manera conjunta armas hipersónicas, que pueden alcanzar al menos cinco veces la velocidad del sonido. 

Otro de los motivos de enojo de Morrison con China fue el acuerdo de seguridad entre las Islas Salomón y el gigante asiático. El ex primer ministro, Scott Morrison, manifestó que se trata de una preocupación compartida con otros países de la región, acerca de que  China cruce una «línea roja» y establezca una base militar en las Islas Salomón. 

Albanese recientemente nombró varios miembros de su gabinete. En los discursos del nuevo mandatario aún predomina la política interna, sin embargo, la región se prende fuego y en breve le tocará tomar decisiones.