El ex presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha hecho un llamado enérgico a la extrema derecha del país para respaldar a los candidatos a intendentes y concejales en las elecciones de 2024.
El respaldo se dio en un acto convocado por Bolsonaro y financiado por el pastor y diputado nacional Silas Malafaia en San Pablo, donde además del apoyo a los candidatos para la elección municipal hubo un reclamo fuerte por la inhabilitación que pesa sobre él hasta 2030, consecuencia de su campaña contra el sistema electoral desde el gobierno en 2022.
En el evento, Bolsonaro pidió “amnistía para los pobres que están presos en Brasilia; en el pasado amnistiamos a quien hizo barbaridades, ahora pedimos a diputados y senadores un proyecto de amnistía para que se haga justicia en Brasil”.
Bolsonaro dijo que hay que castigar a quienes el 8 de enero de 2023 destruyeron las sede de los de poderes “pero no con esas condenas que no son razonables”. El STF condenó hasta ahora a más de 100 personas a penas que llegan a 17 años de prisión por atentar contra el estado de derecho.
La emblemática Avenida Paulista se convirtió en el epicentro de las tensiones políticas, sirviendo como la gran postal de la ultraderecha dirigida al juez Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal (STF), quien recientemente detuvo a tres colaboradores de Bolsonaro y allanó las residencias de 34 personas, incluidos exministros y exmilitares, investigados por presuntos vínculos con un complot con las Fuerzas Armadas.
Según la investigación en curso, Bolsonaro habría sugerido la encarcelación de Moraes como parte de un plan para intervenir en la justicia electoral y evitar la victoria de su oponente político, Lula. Una reunión de gabinete, captada en video, reveló discusiones sobre cómo actuar contra la justicia electoral y el proceso electoral en general.
La manifestación multitudinaria en la Avenida Paulista marcó un hito en la escena política brasileña. Los cánticos contra Lula y a favor de Israel resonaron en una tarde calurosa, con temperaturas superiores a los 35 grados Celsius en la mayor ciudad sudamericana.
Bolsonaro recibió respaldo tanto popular como político durante el evento. En el escenario móvil, estuvieron presentes destacados gobernadores como Tarcísio de Freitas de San Pablo, Romeu Zema de Minas Gerais, Ronaldo Caiado de Goiás y Jorginho Mello de Santa Catarina, todos ellos compitiendo por el liderazgo de cara a las elecciones de 2026.
El presidente pasó la noche en el Palacio de los Bandeirantes, la sede del gobierno paulista, tras ser invitado por el gobernador Freitas, quien anteriormente había sido ministro de Infraestructura de Bolsonaro.
La presencia de figuras políticas destacadas también incluyó a Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal y otro investigado por su supuesta implicación en un intento de golpe.
La esposa de Bolsonaro y líder de la rama femenina del Partido Liberal Michelle Bolsonaro, expresó emociones encontradas durante una oración ante la multitud, lamentando la separación entre la religión y la política en las elecciones. “Con ese pensamiento, las cosas salieron mal”, afirmó entre lágrimas.