A pesar de las campañas de mentiras y la posición del presidente Jair Bolsonaro contra la inmunización, la Agencia Brasileña de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) aprobó el uso emergencial de las vacunas.
Por Ana Dagorret
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Este domingo ANVISA aprobó por unanimidad el uso de las vacunas Coronavac y Oxford en todo el territorio brasileño. La decisión plantea que son seguras, eficaces y de calidad. Con ello, están en condiciones de comenzar a ser aplicadas de forma temporal y excepcional en trabajadores de la salud.
Ambos inmunizantes fueron desarrolladas en conjunto con los laboratorios brasileños. El Instituto Butantan participó de los ensayos con el laboratorio Sinovac que desarrolló la CoronaVac. A su vez, la Fundación Osvaldo Cruz (Fiocruz) también contribuyó en el desarrollo de las vacunas de la Universidad de Oxford en conjunto con el laboratorio AstraZeneca.
En San Pablo, donde está ubicado el Instituto Butantan, una mujer negra fue la voluntaria elegida para aplicar la primera dosis de la CronaVac en el país. La enfermera Monica Calazans de 54 años recibió la vacuna en el Hospital de Clínicas ante la presencia del gobernador Joao Doria y autoridades del laboratorio Butantan.
Al mismo tiempo pero en otra ceremonia, el Ministro de Salud Eduardo Pazuello se pronunció en conferencia de prensa acerca de la autorización extendida por ANVISA y aseguró que la distribución estará a cargo del Ministerio. También se refirió al acto que se estaba desarrollando en el Hospital de Clínicas como una “jugada de marketing” por parte del gobernador Doria.
Consultado por la prensa en relación a los dichos del Ministro, el gobernador João Doria apuntó: “El gobierno federal hace ya 11 meses que viene dando golpes de muerte contra los brasileños con negacionismo, con el uso de la cloroquina, con la falta de vacunas, con la falta de insumos, de orientación y de buenos ejemplos”.
“La vacuna de Butantan es la vacuna de Brasil y es la única vacuna que tenemos en el país porque San Pablo lo hizo posible, no fue el Ministerio de Salud, no fue el Ministro Eduardo Pazuello, no fue Jair Messias Bolsonaro, fueron científicos del Instituto Butantan, fueron personas como este señor” señaló Doria en referencia al director del laboratorio brasileño, Dimas Covas.
Covas también pidió la palabra para referirse al asunto y destacó que si bien respeta al Ministro de Salud, “como todo general, como todo soldado, él se preparó durante toda su vida para matar, para luchar, para derrotar al enemigo con el uso de fuerza bruta. Por el contrario, quienes trabajamos en salud nos preparamos para salvar vidas”.
La disputa entre el gobernador de São Paulo y el presidente brasileño viene desde el inicio de la pandemia, cuando Doria encabezó el grupo de gobernadores que se organizaron para coordinar medidas de prevención. En ese momento, Bolsonaro quiso dar marcha atrás con el cierre de la economía contra las recomendaciones de especialistas y ante el riesgo de un desastre hoy a la vista.
Desde entonces, el presidente utilizó toda la estructura del estado para entorpecer las medidas de combate a la pandemia, despidió dos ministros de salud y hasta se volvió la cara de la promoción de la cloroquina, un medicamento ineficiente con efectos colaterales graves. Tras un silencio prolongado, el lunes por la mañana Bolsonaro se refirió a la decisión de ANVISA ante simpatizantes en Brasilia y dijo que “la vacuna es de Brasil y no de ningún gobernador”. En ocasiones anteriores en las que se refirió al inmunizante, el presidente repitió que no compraría “la vachina de Doria”.
Según anunció el propio Ministro de Salud Eduardo Pazuello, las vacunas debían comenzar a ser distribuidas el lunes. Se trata de seis millones de dosis que alcanzan para unos tres días de inmunización. En San Pablo, el Instituto Butantan tiene otros cuatro millones que esperan aprobación de ANVISA. Se calcula que para marzo habrá unas 46 millones de vacunas disponibles para ser aplicadas.
En entrevista a Brasil de Fato, el infectólogo del Hospital de Clínicas de São Paulo Stanislau de Araujo aseguró que no hay que crear una “ilusión” acerca de que Brasil comenzó la inmunización. “Brasil comenzó la vacunación de un grupo prioritario, que son los profesionales de la salud. Aún entre los profesionales de salud no hay vacunas para todos y se están seleccionando sólo aquellos que estén mas expuestos” apuntó.
A su vez, Araujo explicó que Brasil sólo está “abriendo las puertas” a una campaña de vacunación. “Es una preocupación enorme que tengamos pocas vacunas y quedemos a merced del mercado externo para recibir el componente farmacéutico activo para que podamos desarrollar la vacuna”.
Por otro lado, especialistas afirman que cualquier plan de inmunización con las dosis disponibles debe contemplar la necesidad de aplicar dos dosis por persona, algo que hasta el momento el Ministerio de Salud no tuvo en cuenta.