Con Milei y Bullrich, la estrategia de los “países terroristas” está de vuelta

Una causa que se relaciona directamente con el alineamiento de Argentina con Israel y las cotidianas acusaciones contra Cuba e Israel. El gobierno se construye sus enemigos.

Con el gobierno de Javier Milei  se da también un alineamiento con Israel y el sionismo. Esta postura introduce a Argentina directamente con el conflicto en Medio Oriente, no sólo de la situación en Palestina sino también con las relaciones complejas que tiene Israel con otros países de la región. 

Cabe destacar que Argentina padeció dos atentados terroristas en su propio territorio: El atentado en la Embajada de Israel de 1992 y el atentado en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994, que según la ONU fue el más cruento sufrido en el Cono Sur a manos del terrorismo globalizado. 

Los datos anteriores son necesarios para entender el escenario desde dónde se entiende el terrorismo y cómo con algunos gobiernos se intensifica ese discurso. Al igual que durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), una de las que lidera ese discurso es Patricia Bullrich, actual ministra de seguridad. 

Hace unos días la página de instagram de dicha cartera sostuvo que se neutralizó una “posible llegada de una célula terrorista” al país. “La investigación se intensificó tras detectar el posible ingreso de tres ciudadanos de origen sirio y libanés que se habrían reunido en CABA con el propósito de planificar una acción terrorista en nuestro país. Uno de ellos portaba pasaportes de Venezuela y Colombia a su nombre”, expresó la ministra. 

Por otro lado, desde el Ministerio de Seguridad sostienen que se realizó un seguimiento de un envío internacional de una encomienda de 35 kilos originada en la República de Yemen. Dicho país sostiene un apoyo a la causa Palestina y al grupo Hamas, sobre todo. Actualmente el conflicto se da también en Mar Rojo porque Hutíes (que controlan gran parte de Yemén) avisaron que atacarán todos los buques con destino a Israel que se dirijan por esas aguas. 

Lo peligroso de todo esto es que así, Argentina finalmente rompe con su neutralidad y se juega por un “bando” en este conflicto, a pesar que la teoría del ataque terrorista tenga algunos interrogantes como el hecho de que ingresó por el principal aeropuerto internacional y no por pasos fronterizos terrestres que carecen de seguridad. 

La causa está en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1, liderado por la Dra. María Servini.

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Venezuela y Cuba

No sólo se da con actores de Medio Oriente sino que la estrategia de este gobierno también apunta contra Venezuela y Cuba.  De hecho, con el mismo modus operandi que con los supuestos terroristas de Yemen, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sostuvo que ingresaron al país grupos pertenecientes a Cuba y Venezuela para participar de la marcha del último 20 de diciembre.

Durante una entrevista en un canal de televisión Bullrich sostuvo que se estaba trabajando sobre la denuncia que hizo el periodista Joaquín Morales Solá, que advertía sobre la supuesta presencia de “agitadores cubanos y venezolanos” en el país.

Según Morales Solá, la embajada de Cuba estaría financiando a grupos subversivos para “ayudar al vandalismo de los revoltosos locales”.

La respuesta llegó desde la isla a través de X (ex Twitter). “Cuba no promueve, ni participa, ni ejecuta actos que constituyan injerencia en asuntos internos de la Argentina”, declaró el director general de América Latina y Caribe de la cancillería cubana, Eugenio Martínez.

Venezuela y Cuba son países señalados casi siempre por sus actuales gobiernos, a los que generalmente la derecha de los países acusa de “desestabilizadores”. 

Argentina no sólo apunta contra estas dos naciones latinoamericanas sino que también empieza a enemistarse contra países de Medio Oriente que tienen conflictos con Israel. 

Tal vez abandonar la política de neutralidad en el futuro cueste mucho más de lo que se ve ahora.