Cuba declara estado de alerta y comienza evacuaciones ante la inminente llegada del peligroso huracán Melissa

Frente a esta amenaza, el Estado ha empezado la evacuación preventiva en las zonas de mayor riesgo, donde se calcula que serán evacuadas unas 650 mil personas en las próximas horas.

Cuba se declaró en Alarma Ciclónica este lunes 27 ante la inminente llegada del poderoso huracán Melissa, que se intensificó hasta alcanzar la categoría cinco y se espera que golpee el oriente de la isla en las próximas horas. Frente a esta amenaza, el Estado ha empezado la evacuación preventiva en las zonas de mayor riesgo, donde se calcula que serán evacuadas unas 650 mil personas en las próximas horas.

Melissa incrementó su intensidad en las últimas horas, convirtiéndose en un huracán categoría cinco en la escala Saffir-Simpson al alcanzar vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora.

Según informes del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (Insmet), Melissa avanza con “vientos destructivos, marejadas de tormenta e inundaciones catastróficas”. Se prevé que, en las próximas 12 horas, después de transitar cerca de Jamaica, golpee el suroriente de Cuba.

Desde el pasado lunes 20, el Estado cubano ha informado de manera constante sobre la trayectoria y evolución de Melissa, a la que, tras evolucionar en un huracán de categoría cinco en las últimas horas, ha calificado como “peligrosísima”, incrementando todas las medidas de seguridad en el país.

Melissa impactará la isla en medio de una grave crisis eléctrica, caracterizada por prolongados apagones. Se prevé que el huracán afecte el ya de por sí dañado sistema eléctrico del país. A esto se suma que su llegada ocurre en medio de una creciente crisis epidemiológica, con una alta circulación del dengue y la rápida dispersión del virus del chikungunya. Una situación grave que podría agravarse tras las inundaciones que provocará el huracán.

En este contexto, la empresa estatal Unión Eléctrica informó que durante las próximas horas se priorizará la disponibilidad de energía existente en el país para ser suministrada a la región oriental, con el fin de asegurar una mejor preparación de la población para enfrentar el evento meteorológico.

La isla caribeña ha activado sus protocolos de defensa civil, bajo la consigna gubernamental prioritaria de proteger a la población. Para ello, se han suspendido las actividades laborales no esenciales y las clases en las provincias por donde se prevé que pasará el huracán.

En total, se calcula que aproximadamente el 7% de la población de Cuba deberá ser resguardada del impacto de Melissa. Las evacuaciones preventivas más grandes se concentran en la provincia de Santiago de Cuba, donde las autoridades tienen programado proteger a más de 258.000 personas. Mientras que en provincias como Guantánamo, se está evacuando al 30% de sus habitantes.

Solidaridad y movilización social

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) se encuentran formando brigadas para labores de ayuda comunitaria en los distintos territorios orientales. Estas brigadas ayudarán en la evacuación de la población ante emergencias, y en el rescate de personas que puedan quedar atrapadas por crecidas de ríos, inundaciones o derrumbes.

De igual manera, organizaciones como la Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación de Mujeres Cubanas y la Central de Trabajadores de Cuba han comenzado campañas de recolección de donaciones, que incluyen artículos de limpieza, ropa y colchones, para entregarlos a las familias más afectadas.

“Desde que se conoció el recorrido de Melissa, las universidades y centros de estudio comenzaron a acondicionarse para funcionar como centros de evacuación”, señaló a Brasil de Fato Mirthia Brossard Oris, miembro de la dirección nacional de la UJC.

La dirigente añadió que “a lo largo y ancho del país, los jóvenes organizan trabajos voluntarios y recolección de donaciones para los más afectados. Nosotros ya estamos actuando; no podemos esperar a que el huracán pase para hacer algo”.

arte a esos espacios”. “Sabemos que hay que proteger el cuerpo, pero también cuidar el alma. Pintamos, cantamos, hacemos títeres con los niños, leemos poesía. El arte también es abrigo”, afirmó.

La dirigente juvenil anticipó que su labor se extenderá a la fase de recuperación. “Los momentos más difíciles son los que siguen al paso de los huracanes. Cuando la Defensa Civil diga que es hora de la recuperación, ahí estaremos. Los jóvenes estaremos listos para limpiar, higienizar y reconstruir. Y sí, también para volver con el arte, porque reconstruir también es volver a soñar”.

Como consecuencia del cambio climático, se ha incrementado la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos. En la zona del Caribe, esto ha resultado en un aumento en la cantidad e intensidad de los huracanes que azotan la región.

Solo en octubre del año pasado, Cuba recibió el impacto de dos huracanes, Oscar y Rafael, que causaron graves daños. Más de 46.000 viviendas resultaron afectadas, con derrumbes totales o parciales, y unas 37.000 hectáreas de producción agrícola fueron destruidas.

Artículo publicado originalmente en Brasil de Fato