Esta semana se lleva adelante en la ciudad italiana de Apulia la reunión del Grupo de los 7 (G7), conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido atravesado por la guerra en Ucrania, el genocidio perpetrado por Israel en la Franja de Gaza y las sanciones a Rusia y China.
Uno de los grandes problemas actuales para este bloque es que el poder económico del G7 está disminuyendo. Para 1990 representaba más de la mitad del PBI mundial y en la actualidad dicho número descendió al 30%, según datos del Fondo Monetario Internacional. Otro de los problemas del grupo es que tiene a otros organismo como los BRICS (liderado por Rusia y China) que le disputan algunos debates mundiales urgentes.
Es por esto que Giorgia Meloni, la anfitriona del encuentro, invitó a otros mandatarios entre los cuales están Lula da Silva de Brasil y Javier Milei, de Argentina. La italiana busca ampliar los debates a nivel mundial para evitar los problemas del año pasado en Hiroshima.
En esto de tener en cuenta lo mundial, otro tema importante que se tocará en la cumbre del G7 serán las elecciones de Venezuela el próximo 28 de julio. Según se indica, en el documento final se incluirá un “llamamiento a la democracia” en los comicios venezolanos que consideran “problemáticos”.
La pica entre Mondino y Milei
Milei fue invitado por Meloni a Italia para participar como invitado a la cumbre del G7, en principio no iba a ir, finalmente terminó decidiendo que sí pero con una pequeña comitiva que excluye a la canciller Diana Mondino.
Tanto en la Cancillería como en el gobierno intentaron bajarle el tono a la disputa entre Milei y Mondino. Dijeron que la canciller no viajará con el presidente por “problemas de cupo”, debido a que sólo había lugar para dos o tres personas. Es por eso que se decidió que viaje el presidente sólo junto a su hermana Karina.
El desencadenante de esta situación tensa entre Milei y Mondino fue el enojo del Presidente el pasado viernes cuando iba a asistir a un evento en una mezquita en Palermo, organizado, entre otros, por la canciller. A último momento, Milei canceló la reunión al ser informado que ahí se encontraba el Encargado de Negocios de Palestina, Riyad Ahalabi.
Milei consideró que una foto junto a Ahalabi sería mal vista en Jerusalén y no concordaba con la política pro-israelí del presidente argentino, aunque eso le trajo problemas con el resto de los miembros de la Liga árabe.
Sin embargo, el descontento del Presidente con Mondino no es nuevo. Milei no ve resultados concretos en la Cancillería y en la Casa Rosada cuestionan a la ministra por su gestión con China y sus acercamientos con Brasil.
A partir de eso, el mandatario redujo el poder de la canciller y la Secretaría de la Presidencia, su hermana Karina, asumirá ahora toda la estructura de la Cancillería, incluyendo la Agencia Nacional de Promoción de Exportaciones e Inversiones, un área clave donde Mondino dejará de tener influencia y control crucial para el programa económico del gobierno con proyección internacional.