Esta semana comienza en Estados Unidos el juicio impulsado por el Departamento de Justicia del país contra la empresa Google. Durante las próximas 10 semanas los abogados federales y los fiscales generales de los estados tratarán de demostrar que Google organizó el mercado a su favor haciendo de su motor de búsqueda la opción por defecto en los dispositivos electrónicos que ofrece el mercado.
Durante el período que dure el juicio, se espera que testifiquen altos ejecutivos de Google y de su matriz, Alphabet Inc, así como de otras poderosas empresas tecnológicas.
La demanda antimonopolio contra la empresa fue presentada por el Departamento de Justicia hace casi tres años, durante la administración Trump. Allí se acusa a la empresa de haber utilizado su dominio de las búsquedas en Internet para obtener una ventaja injusta frente a sus competidores.
Los abogados del gobierno denuncian que Google protege su franquicia desembolsando miles de millones de dólares al año para ser el motor de búsqueda predeterminado en iPhone y en navegadores web como Safari de Apple y Firefox de Mozilla.
También se acusa a la empresa de haber manipulado ilegalmente el mercado a su favor al exigir que su motor de búsqueda se incluya con su software Android para teléfonos inteligentes si los fabricantes de dispositivos quieren tener pleno acceso a la tienda de aplicaciones de Android.
Pese a dominar el 90% del mercado de búsquedas en internet, la empresa sostiene que se enfrenta a una amplia competencia. Según Google, sus rivales van desde motores de búsqueda como Bing de Microsoft a sitios web como Amazon y Yelp, donde los consumidores pueden publicar preguntas sobre qué comprar o dónde ir.
Las audiencias comienzan algunas semanas después del 25 aniversario de la primera inversión en la empresa. La misma se trató de un cheque de 100.000 dólares firmado por Andy Bechtolsheim, cofundador de Sun Microsystems, que permitió a Page y Sergey Brin establecerse en un garaje de Silicon Valley.
Actualmente la empresa matriz de Google tiene un valor de 1,7 billones de dólares y emplea a 182.000 personas. La mayor parte del dinero a través del cual Alphabet se financia procede de los 224.000 millones de dólares en ventas anuales de publicidad que ingresan a través de una red de servicios digitales que se encuentra anclada en un motor de búsqueda que registra miles de millones de consultas al día.
Esta demanda que enfrenta Google tiene como antecedente la denuncia presentada por el Departamento de Justicia contra Microsoft en 1998. Los reguladores acusaron entonces a Microsoft de obligar a los fabricantes de computadoras que utilizaban su sistema operativo dominante Windows a incorporar también Internet Explorer de Microsoft, justo cuando Internet empezaba a generalizarse.
Como sucedió con Microsoft, se darse un resultado desfavorable para Google el gigante podría perder parte de su poder si tuviera que interrumpir sus acuerdos con otras empresas como Apple para que Google sea el motor de búsqueda predeterminado.
Pero también podría suceder que la batalla legal haga que Google pierda el foco como sucedió con Microsoft tras el juicio, cuando el gigante del software luchó por adaptarse al impacto de las búsquedas en Internet y los smartphones. En dicho momento fue que Google aprovechó para saltar de sus raíces de startup a una imponente potencia.