Según el informe fiscal de CEPA, el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit fiscal de $2,3 billones antes de cubrir intereses de la deuda y $1,2 billones después de saldarlos. Es el quinto mes consecutivo, el gobierno de Javier Milei alcanzó el superávit en las cuentas públicas.
La particularidad de mayo fue que los ingresos crecieron en términos reales (5,8%) comparado contra un año atrás, pero eso no evitó el ajuste en el gasto público: el Estado conducido por Javier Milei gastó 28,7% menos que un año atrás.
El incremento real de la recaudación -mayormente por la devaluación- de Ganancias (+92,5%), del Impuesto PAIS (+255,8%) y de las retenciones (+44,8%) compensaron la caída de los tributos asociados a la actividad, en franca depresión: IVA (-18,3%), Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (-11,6%), Débitos y Créditos (-23,7%), y Derechos de Importación (-20,5%).
En tanto a los gastos, las jubilaciones se redujeron en un 16% con respecto a un año atrás pese a los recientes aumentos por inflación y la “recomposición” que dispuso el gobierno por DNU.
En mayo, el segundo lugar en importancia en la composición del gasto lo ocupan aquellos destinados al funcionamiento del Estado, compuesto principalmente por salarios. Esta categoría se desplomó 20% en relación con el mismo mes de 2023, licuando los ingresos de los trabajadores estatales.
Otros gastos, muy menores en comparación con estos tres grandes rubros, no escaparon de ajustes brutales: en cuanto a transferencias, las provincias recibieron 74% menos que un año atrás, y las universidades 19% menos.
Por último, las obras de infraestructura se desplomaron 78%, en línea con la decisión política de prácticamente paralizar la obra pública.
En cuanto a los primeros cinco meses de 2024, de cada $100 ajustados, más de la mitad lo explican los recortes en jubilaciones ($31,5) y obra pública ($23,2). Le siguen los subsidios, que aportaron 12,8%, gastos de funcionamiento del Estado (principalmente salarios) con 10,7% y prestaciones sociales con 9,4% entre las que se incluyen asignaciones, pensiones no contributivas, prestaciones del PAMI, entre otros.
Los subsidios representan 13%; le siguen los gastos de funcionamiento del Estado (principalmente salarios) con 11% y las prestaciones sociales con 9% entre las que se incluyen asignaciones, pensiones no contributivas y prestaciones del PAMI.