El Gobierno avanza con la privatización de la Hidrovía: concesión a privados por 30 años

En el día previo al Día de la Soberanía Nacional, el gobierno de Javier Milei privatizará la principal ruta de exportación del país, eje clave del comercio exterior argentino.

En una medida que reaviva el debate sobre la soberanía económica y la gestión de los recursos estratégicos, el gobierno nacional publicó este miércoles la Disposición 34/2024, oficializando el llamado a licitación pública nacional e internacional para la concesión de la Hidrovía —formalmente Vía Navegable Troncal (VNT)— a capitales privados por un plazo de 30 años.

La Hidrovía es la principal ruta de exportación del complejo oleaginoso del centro del país y un eje clave del comercio exterior argentino, ya que por ella circula el 80% de las exportaciones. Conecta a Argentina con Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia a través de más de 3.000 kilómetros navegables.

Constituye una de las reservas hídricas más importantes del globo, no sólo por el caudal de los ríos que desaguan en él, sino por la diversidad biológica del área y por la riqueza de los territorios que aquellos bañan.

Por su extensión, es la segunda después de la amazónica en esta parte del continente, y constituye el área donde se concentra una importante actividad económica y la mayor densidad de población.

Su administración implica tareas de dragado, que garantizan la profundidad suficiente para el tránsito de buques, y balizamiento, encargado de señalizar el recorrido óptimo.

En 2021, el Estado recuperó el control económico de la vía fluvial tras más de 20 años de concesión privada, período en el que los peajes y el mantenimiento estuvieron a cargo de Hidrovía S.A. y empresas extranjeras como la belga Jean De Nul.

Desde entonces, a través de la Administración Nacional de Puertos y el decreto 556/2021, el país logró recaudar 30 millones de dólares en concepto de peajes anuales, aunque las tareas de dragado y balizamiento permanecieron bajo gestión de compañías privadas como EMEPA y la Compañía Sudamericana de Dragados, filial de Jean De Nul.

El llamado a licitación establece un retorno a un modelo de gestión privada, poniendo fin al esquema estatal que muchos veían como una oportunidad estratégica para fortalecer la soberanía sobre una de las vías de comercio más importantes del mundo.

Promesas de modernización y cuestionamientos por la soberanía

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, presentó los pliegos de licitación destacando la “fuerte modernización de la gestión fluvial” que el nuevo contrato pretende garantizar. Los documentos incluyen un plan de obras prioritarias a ser ejecutadas en los primeros cinco años, enfocándose en la ampliación y optimización de la infraestructura.

Sin embargo, el anuncio no está exento de polémica. En la previa del Día de la Soberanía Nacional, sectores críticos al gobierno han cuestionado esta decisión, señalando que equivale a entregar nuevamente el control de un recurso estratégico a intereses extranjeros.

Argumentan que mantener la administración estatal sobre la Hidrovía es clave para asegurar el dominio nacional sobre una vía que no solo sostiene el comercio exterior argentino, sino que también es fundamental para la industria naval y el desarrollo económico del país.

El regreso a un modelo privatizador pone en tensión el balance entre eficiencia y soberanía, y abre un nuevo capítulo en el debate sobre cómo gestionar los recursos estratégicos de manera que prioricen el desarrollo nacional.