Mientras la población se prepara para las tareas de recuperación, el huracán Rafael se aleja de Cuba luego de haber causado enormes daños en el occidente y centro del país. Daños que serán recordados durante mucho tiempo en medio de la grave crisis que atraviesa la isla caribeña.
En las horas previas a su llegada, Rafael fue ganando fuerza hasta que finalmente entró al país como un potente huracán de categoría 3 en la tarde del pasado miércoles. Durante varias horas, hasta la madrugada del jueves, sus fuertes vientos (hasta 185 kilómetros por hora) e intensas lluvias (hasta 200 milímetros) dejaron su huella de devastación.
Los principales daños se produjeron en el oeste del país, golpeando duramente algunas de las zonas más densamente pobladas, como las provincias de Artemisa, Pinar del Río y La Habana, la capital del país. Rafael provocó otra desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), dejando de nuevo sin electricidad a todo el país.
En su cuenta X, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo que hasta el momento «no se ha reportado ninguna muerte en Cuba» como consecuencia del huracán.
«Gracias a la pronta evacuación de las regiones afectadas, no se han registrado muertes en Cuba tras el paso del huracán Rafael. Se mantiene la atención a la población evacuada y se trabaja para crear las condiciones y el retorno paulatino a la normalidad en el país», escribió.
En los últimos días se ha evacuado a personas que vivían en condiciones precarias o en zonas con riesgo de inundación, cerca de ríos, presas y zonas costeras.
En la capital del país se crearon cuatro centros familiares para alojar a las personas cuyas viviendas se encuentran en zonas vulnerables. Asimismo, 21.500 personas han sido acogidas en 63 centros de protección en Pinar del Río.
En los próximos días se conocerá la magnitud de los daños. Se estima que hubo «daños importantes» en varias zonas, especialmente en viviendas, infraestructuras eléctricas y generales y agricultura.
Los daños causados en el oeste del país por el huracán Rafael se producen dos semanas después del paso del huracán Oscar, del 21 de octubre. En aquel caso, Oscar afectó gravemente al este de la isla, especialmente a la provincia oriental de Guantánamo. La llegada de Oscar se produjo al mismo tiempo que el país experimentaba una desconexión total del sistema eléctrico del país, provocando un apagón total que dejó a la isla caribeña sin electricidad durante cuatro días.
El huracán Oscar causó la muerte de ocho personas y destruyó más de 4.800 viviendas.
Solidaridad internacional
El gobierno venezolano envió un cargamento de más de 300 toneladas de donaciones. En un mensaje publicado en su canal de Telegram, el canciller venezolano, Yván Gil, dijo que las donaciones habían sido «recolectadas por el pueblo» como «mensaje de solidaridad a la hermana República de Cuba, víctima de dos eventos climáticos de gran magnitud en los últimos días».
Las donaciones incluyen materiales de construcción y atención médica primaria. Yván Gil aseguró que «así como siempre hemos recibido la solidaridad de la República de Cuba, hoy el pueblo venezolano expresa esa solidaridad».
Como muestra de agradecimiento, el embajador de Cuba en Venezuela, Dagoberto Rodríguez, aseguró que las donaciones servirán para «ayudar a aliviar el sufrimiento» de los afectados.
«La historia de hermandad, colaboración, ayuda y apoyo mutuo entre nuestros países viene de lejos, porque juntos hemos enfrentado esta política criminal, esta guerra emprendida por el imperialismo norteamericano», dijo el embajador.
La ayuda enviada por Venezuela se suma a las diversas campañas de solidaridad que Cuba ha recibido en las últimas semanas, tras la desconexión masiva del sistema eléctrico que dejó a la isla caribeña sin luz durante varios días y el paso del huracán Oscar.