La audiencia que se está celebrando en la Corte Internacional de Justicia sobre la ocupación israelí de Palestina reveló claras divisiones sobre la cuestión, que también se extienden a las posturas de los países sobre la genocida guerra israelí contra Gaza. Mientras que los países del Sur Global reclaman el fin de la ocupación israelí lo antes posible, Estados Unidos y muchos de sus aliados pretenden que continúe el statu quo.
En el quinto día de audiencia, el viernes 23 de febrero, el Reino Unido, adhiriéndose a la línea adoptada anteriormente por Estados Unidos, intentó defender la ocupación israelí y pidió al tribunal que evitó pronunciarse sobre su legalidad. El representante del Reino Unido alegó que el tribunal no tiene competencia para pronunciarse sobre las cuestiones formuladas por la Asamblea General de la ONU, ya que Israel no había dado su consentimiento.
La Asamblea General de la ONU pidió a la CIJ en una resolución adoptada en diciembre de 2022 que se pronunciara sobre las consecuencias jurídicas de la ocupación israelí y la negación del derecho de los palestinos a la autodeterminación y sus políticas de asentamiento y anexión de territorios palestinos. El tribunal también se pronunciará sobre las políticas de discriminación racial que Israel ha sido acusado de perpetrar en los territorios ocupados.
Está previsto que más de 50 países y tres organizaciones mundiales presenten sus posturas entre el 19 y el 26 de febrero. Hasta la fecha, más de 40 países y organizaciones presentaron sus opiniones ante el tribunal, la mayoría de ellas subrayando la ilegalidad de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados y exigiendo el fin de la ocupación.
Estados Unidos y sus aliados occidentales, por el contrario, intentaron defender la ocupación y pidieron al tribunal que desistiera de pronunciarse sobre sus consecuencias jurídicas.
El jueves, China pidió el fin inmediato de la ocupación, afirmando que no se debe negar a los palestinos una justicia que ya está retrasada, pues la ocupación dura ya más de cinco décadas. El asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Ma Xinmin, rechazó los intentos de comparar la resistencia palestina con el terrorismo, afirmando que, como pueblo ocupado, los palestinos tienen todo el derecho a luchar por su independencia.
Rusia afirmó que el tribunal debería ver que Israel ha estado violando todos sus compromisos con el derecho internacional en los territorios ocupados y exigió el fin de su ocupación ilegal y de las políticas opresivas dentro de los territorios palestinos ocupados.
La mayoría de los países de África y Asia Occidental también reiteraron que Israel violaba impunemente la legislación internacional y algunos de ellos pidieron al Tribunal que reconociera sus políticas de discriminación racial contra los palestinos como apartheid. Argumentaron que su ocupación continuada de los territorios palestinos dificulta la consecución de cualquier tipo de paz y estabilidad en la región.
EE.UU. defiende la ocupación
Mientras tanto, en representación de EE.UU., el Asesor Jurídico en funciones del Departamento de Estado del país, Richard Visek, subrayó que “el tribunal no debe declarar que Israel está legalmente obligado a retirarse inmediata e incondicionalmente de los territorios ocupados”. Visek instó al tribunal a tener en cuenta las “legítimas necesidades de seguridad” de Israel y a desistir de los llamamientos a poner fin a la ocupación inmediatamente.
Visek argumentó que la ONU estableció un proceso para la resolución pacífica del conflicto palestino-israelí a través de la negociación y que el tribunal debía ceñirse a él al abordar las cuestiones que se le planteaban en el caso.
La defensa estadounidense de la ocupación israelí se produjo un día después de que vetara otra resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato en Gaza, donde han muerto cerca de 30.000 palestinos y casi 70.000 han resultado heridos.
Estados Unidos ya ha vetado al menos tres resoluciones de este tipo exigiendo un alto el fuego a pesar del empeoramiento de la situación humanitaria en Gaza, con más del 80% de su población de 2,3 millones de personas desplazada antes de la guerra y viviendo sin servicios básicos como agua, medicinas, saneamiento e incluso alimentos adecuados.
Estados Unidos también votó en contra de la resolución que solicitaba el dictamen de la CIJ sobre la legalidad de la ocupación israelí cuando se sometió a votación en diciembre de 2022, a pesar de mantener oficialmente que quiere ver el fin de la ocupación y la creación de un Estado palestino en los territorios ocupados.
En las décadas de 1990 y 2000, Estados Unidos fue un mediador clave en varias rondas de conversaciones de paz entre Israel y representantes palestinos. Sin embargo, ninguna de esas conversaciones tuvo éxito, ya que Israel rechazó los llamamientos a poner fin a su ocupación.
A lo largo de los años, Israel también ha anexionado ilegalmente grandes partes del territorio ocupado y ha construido cerca de 200 asentamientos ilegales en los territorios ocupados, donde viven casi 700.000 colonos ilegales.
En reacción a la postura de Estados Unidos sobre la ocupación israelí, el ministro palestino de Asuntos Exteriores, Riyad Maliki, declaró a la prensa que los palestinos acudieron al tribunal tras haber explorado todos los foros internacionales en los últimos 75 años y haber sido testigos de cómo Estados Unidos ha obstaculizado las posibilidades de paz con su hegemonía y sus vetos dentro del sistema de la ONU, informó The New Arab.
Durante su presentación ante el tribunal el primer día de audiencia, Maliki pidió el fin inmediato de la ocupación israelí de los territorios palestinos y pidió que se pusiera fin a su impunidad.
Artículo publicado originalmente en Peoples Dispatch