La Cámara Federal ordenó el allanamiento de una comisaría y el secuestro de los teléfonos de los policías. Además, podrían apartar de la causa a la jueza Marrón, señalada por parcialidad.
Por Julián Pilatti
Foto: MDZ Diario
Después de varias semanas de silencio hay novedades en la causa de Facundo Astudillo Castro. La Cámara Federal de Bahía Blanca dio lugar al pedido de pruebas que venía solicitando la querella y que la jueza de la causa, María Gabriela Marrón, había negado en reiteradas oportunidades.
Se trata de nuevos allanamientos y el secuestro de los teléfonos celulares de los principales sospechosos de la desaparición forzada: los oficiales Siomara Flores, Alberto Gónzalez, Jana Curuhuinca y Mario Gabriel Sosa.
Facundo Castro había partido de su casa en Pedro Luro el pasado 30 de abril para dirigirse a la casa de su exnovia, en Bahía Blanca, pero nunca llegó. Tras cuatro meses de búsqueda, su cuerpo fue hallado en un cangrejal inaccesible y durante todo ese tiempo se recolectaron varias pistas que apuntan contra la policía bonaerense.
A su vez, los fiscales Héctor Andrés Heim y Horacio Azzolín recusaron a la jueza Marrón, quien era sostenida por la justicia pese a las denuncias de “parcialidad” en la causa. Una definición largamente reclamada por la madre del joven, Cristina Castro, y toda la querella.
Allanamiento clave
Este jueves se hizo efectiva la primera medida que podría dar un vuelco en la causa: un nuevo allanamiento en la comisaría de la localidad de Teniente Origone, al sur de la provincia de Buenos Aires. Allí se había encontrado un amuleto perteneciente a Facundo y un cabello compatible con el de su madre.
Se trata también del puesto policial en donde operaba el oficial Alberto Gónzález, uno de los policías que cambió su testimonio y que dijo haber detenido al joven a la vera de la ruta 3, cuando en el país todavía regía la cuarentena dura por el coronavirus.
Por primera vez, el operativo estará en manos de la Gendarmería Nacional y no de la policía federal, como venía ocurriendo hasta ahora.
En el lugar se encuentran la madre de Facundo, sus abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto y la abogada de la Comisión Provincial Por la Memoria (CPM), Margarita Jarque, querellante en la causa. También está presente la médica forense Virginia Créimer y el adiestrador Marcos Herrero, quien junto a su perro “Yatel” logró encontrar dos elementos pertenecientes a Facundo, uno en el galpón de la comisaría de Origone y otro en el baúl de un vehículo policial. El mismo que se ubicó a 800 metros del lugar donde identificaron el cuerpo de Facundo, una semana después de su desaparación.
La investigadora Virginia Créimer ya había advertido la necesidad recoger tomas de agua en el lugar donde se realizó el nuevo allanamiento. Ocurre que el informe de la autopsia de Facundo determinó que el joven murió por asfixia por sumersión, pero solo 5 de las 17 especies de diatomeas [algas microscópicas] presentes en su médula coinciden con el agua del lugar en donde fue encontrado.
“Son muy buenas noticias, sobretodo para la familia. Los dos fiscales, Heim y Azzolín, decidieron recusar a la jueza (Marrón). Por su parte la Cámara revoca la apelación con la que nos habían negado los allanamientos en Origone y otras zonas. Además, el fiscal Martínez podría haberse excusado de seguir al frente de la causa”, declararon a este medio integrantes de la querella.
Las pruebas que apuntan contra la policía
Las pruebas contra la policía bonaerense son varias: el 15 de agosto apareció un esqueleto en la zona de Villarino Viejo, denominada “Cabeza de buey”. Semanas después, integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmaron que se trataba de Facundo. En esa zona inaccesible no apareció su mochila, pero sí una zapatilla casi impecable, aun cuando habían pasado cuatro meses de su desaparición. Un mes después, un pescador dio aviso de la aparición de una mochila: resultó ser la de Facundo.
En la mochila del joven estaban todas sus pertenencias, absolutamente todas (incluyendo toda su ropa), pero faltaba su DNI y una tarjeta de débito. Casualmente, una de las oficiales que dijo detener a Facundo en la ruta tenía una foto de ese DNI en su celular. La foto había sido borrada después de testificar que el joven “no llevaba cédula de identidad”.
Además, los fiscales de la causa confirmaron que un móvil de la policía de prevención local de Bahía Blanca había estado durante 35 minutos en la zona donde apareció el cuerpo el 8 de mayo (una semana después de la desaparición de Facundo). Ese es el mismo móvil donde se encontró la piedra turmalina de Facundo.