Tras la enorme movilización popular que convocó a miles de personas en todo el país y el desentendimiento entre el Ejecutivo y su base de legisladores, el Parlamento suspendió la discusión del artículo 24 de la Ley de Seguridad Global.
Por Ana Dagorret
Tras las masivas protestas en París y otras ciudades de Francia el último sábado, el Parlamento anunció que abandonó la discusión acerca del artículo 24 de la Ley de Seguridad Global. El mismo establecía una pena de hasta un año de prisión y una multa de 45 mil euros para quien divulgue imágenes de policías.
Según afirmó en conferencia de prensa el líder del oficialismo en el Parlamento Cristophe Castaner “el proyecto de ley será totalmente reescrito y se presentará una nueva versión”. Aún así, existen internas hacia dentro de la propia base del oficialismo en relación a esta decisión unilateral del Ejecutivo.
El proyecto ya había sido aprobado el martes por 388 votos y generó el repudio de medios de comunicación, sindicatos y sociedad civil, quienes exigieron la derogación de dicho artículo y lo apuntaron como garantía de impunidad para policías violentos.
La tensión ya había comenzado el lunes por la noche, cuando la policía desalojó de forma violenta un campamento de inmigrantes en la Plaza de la República. El jueves, sólo dos días después de la aprobación del proyecto en el Parlamento, se viralizaron imágenes de tres policías golpeando a Michel Zecler, un productor musical negro, en la puerta de su estudio.
El sábado, la “Marcha por las Libertades” fue convocada por el comité Stop la Ley de Seguridad Global, compuesto por sindicatos, asociaciones de periodistas y organizaciones de derechos humanos entre otros. Según los organizadores, medio millón de personas se movilizaron en toda Francia, en ciudades como París, Marsella, Lille, Montpellier y Rennes.
Luego de que la policía avanzara con gases lacrimógenos contra los manifestantes, empezaron los enfrentamientos y varias personas fueron detenidas o terminaron heridas. Tras las protestas, el Ministro del Interior y principal impulsor de la Ley de Seguridad Global Gerald Darmanin declaró: “es inaceptable la violencia contra las fuerzas del orden”.
Florence Poznanski, de la Dirección Nacional del Parti de Gauche, explicó para ARG Medios que la situación de violencia que se vive en el país tiene que ver con un Estado más autoritario desde la llegada de Macron: “Estamos viendo un proceso muy violento de autoritarismo creciente en el Estado, primero porque a Macron no respeta los procesos democráticos, lo cual puede verse en el aceleramiento de las votaciones en el Parlamento”.
En ese sentido, Poznanski explica que “hay una cierta disconformidad por parte del Parlamento en aceptar que el Ejecutivo puede ultrapasar al Congreso en su trabajo legítimo de elaboración de la ley. Ahora tenemos al líder del gobierno que ha anunciado que la ley será reescrita, pero por otro lado la ley ya está aprobada en la Asamblea Nacional y tiene que pasar por el Senado. Independientemente de que pueda ser interesante que se reescriba, hay un problema democrático mayor y algún conflicto dentro del Parlamento que no está de acuerdo con el procedimiento porque es una decisión que está tomando el gobierno de forma unilateral”.
A su vez, Poznanski resalta que la política de mano dura de Macron responde a una necesidad electoral: “Esto que estamos viviendo no es fruto de una novedad sino que es parte de un proceso muy largo, desde la victoria de Macron, que sabemos que venció a la candidata de extrema derecha Marie Le Pen y está convencido que para consolidarse tiene que conquistar también a ese electorado”.
En el año 2017, luego de haber conquistado el primer lugar en las elecciones presidenciales con el 24%, Macron disputó la segunda vuelta con la candidata Marie Le Pen, a quien venció con el 66,1%. Según Poznanski, la apuesta de Macron es ampliar su apoyo popular para conseguir la reelección en 2022.
Con la aprobación de la Ley de Seguridad Global, cuyo articulo 24 surge a partir de una demanda de los propios policías para que no se exponga su identidad, las acusaciones de impunidad en un contexto de violencia creciente encontraron respaldo de las imágenes divulgadas.
Para Poznanski “el problema está en crear las posibilidades para que en situación de potencial violencia por los policías puedan ser filmados, porque sabemos que si no hay pruebas esos casos quedan impunes. Con este tipo de ley, los policías serán más violentos contra periodistas y manifestantes”.
Así como en Estados Unidos y Brasil, la violencia policial en Francia existe, está institucionalizada y tiene como principales víctimas a personas negras. Casos como el de George Floyd y João Alberto, un hombre que fue asesinado a golpes en un supermercado en Porto Alegre el 19 de noviembre, revivieron la persecución que también sufren musulmanes y negros en todo el país.
“El gobierno francés no reconoce que se trata de un proceso sistemático”, explica Poznanski.“Ellos consideran que los casos que vimos hasta ahora son puntuales, donde hay policías que son agresivos y que deben ser condenados”.
La decisión del gobierno francés de suspender el avance de la Ley de Seguridad Global aún genera algunas dudas. “Todavía no tenemos en detalle el contenido de lo que será el nuevo proyecto y yo creo que tampoco va a responder a la situación que vivimos”, afirma Florence Poznanski. “Probablemente se busque modificar lo relacionado a la captación de imágenes y no al problema de fondo que es la violencia policial”.