Una serie de decisiones judiciales en Angola llevaron a la expulsión de pastores brasileños de la Iglesia Universal del Reino de Dios en ese país. También se suspendió la cadena de TV de dicha iglesia por acusaciones de corrupción, lavado de dinero y violaciones a los derechos humanos.
Por Ana Dagorret
La Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) es una institución religiosa brasileña con presencia en más de 90 países y una capacidad de recaudación de diezmos que despiertan dudas acerca de su verdadero objetivo. Al menos eso es lo que viene sucediendo en Angola, donde un grupo de pastores locales impulsó una intervención judicial contra la coordinación brasileña, la suspensión de la cadena de TV de la Universal en el país y la deportación de seis pastores brasileños por parte de las autoridades del país africano.
Todo comenzó a finales de 2019, cuando tras la insatisfacción de parte de 300 de los 455 pastores que conforman la Universal en Angola se revelaron en un movimiento que denominaron Reforma. Los reformistas acusan a la coordinación brasileña de crímenes como lavado de dinero, evasión y expatriación de divisas de forma irregular, además de racismo, discriminación, abuso de autoridad y vasectomía forzada de pastores.
Las denuncias llegaron a la Procuraduría General de Angola y pasaron a ser investigadas por el Servicio de Investigación Criminal, quienes en varias operaciones policiales en templos y viviendas de pastores brasileños se llevaron computadoras, libros de contabilidad de la iglesia, cámaras de seguridad y documentos bancarios.
Tras las denuncias y posteriores operaciones, cerca de 25 templos de la Universal fueron clausurados, al tiempo que la filial de la TV Record, emisora de la iglesia que en su momento criticó el accionar de la justicia angolana, también fue suspendida por las autoridades del país. Entre los motivos que llevaron a estas decisiones, está el hecho de que tanto la TV Record como la coordinación de los templos de la IURD estaban a cargo de pastores brasileños, lo cual es contrario a lo que establece la legislación de ese país.
Las denuncias
Según explica el periodista Gilberto Nascimento, autor del libro O Reino: a história de Edir Macedo e uma biografia da Igreja Universal, en The Intercept Brasil, una de las acusaciones por parte de los pastores angolanos era sobre el destino del dinero recaudado de los diezmos.
En entrevista con Nascimento, el ex pastor Alfredo Paulo Filho explicó que los pastores brasileños eran elegidos para transportar entre cuatro y seis millones de dólares por viaje hacia la sede europea de la Iglesia Universal ubicada en Portugal. Paulo Filho, que salió de la iglesia en el año 2013 y desde entonces comenzó a hacer denuncias públicas a través de internet contra el imperio de Edir Macedo, explicó que el dinero transportado era escondido en valijas, dentro de las puertas de los vehículos utilizados e, inclusive, dentro de las ruedas para no ser identificado.
Los relatos de Paulo Filho coinciden con los de otros ex pastores de la Universal en Angola que forman parte del movimiento reformista. Según explica Nascimento, tras la colecta que se realiza anualmente denominada Hoguera Santa de Israel (cuando los fieles llegan incluso a donar todo lo que tienen a la iglesia como prueba de su fe) el dinero viajaba a Sudáfrica y de ahí, a Portugal, donde era depositado en cuentas del país como si se tratara de diezmos obtenidos en Europa. Paulo Filho sostiene también que en algunos casos, el propio Edir Macedo, que cuenta con pasaporte diplomático, era quien viajaba en su avión privado para transportar el dinero desde Portugal o Sudáfrica hacia Reino Unido o Estados Unidos.
Otra de las formas a través de las cuales Nascimento explica que el dinero recaudado por la Universal en Angola era retirado del país era a través de pastores brasileños que viajaban con sus esposas. Según la legislación, los residentes extranjeros tienen permitido viajar con hasta u$s 10 mil declarados, motivo por el cual se buscaba aumentar el número de pastores viajantes, que llegaban a ser hasta 100 con esposas incluidas. Desde Angola, el dinero viajaba a Sudáfrica, São Paulo e Israel.
Pero además de denuncias de evasión, la Iglesia Universal enfrenta acusaciones de racismo y presión para la realización de vasectomía y abortos forzados no sólo en Angola sino también en Sudáfrica, donde la IURD tiene cerca de un millón de miembros. Tanto en Angola como en Sudáfrica, las acusaciones por parte de ex miembros y pastores de la institución están siendo investigadas por la justicia. Al respecto, la dirección central de la IURD negó los cargos y acusó a los denunciantes de mentir, al tiempo que manifestó que quienes acusan a la institución son miembros que fueron expulsados por motivo de violación del código de conducta moral.
Avisos ignorados
Según cuenta Gilberto Nascimento en The Intercept Brasil, antes de que estallara la rebelión de pastores angolanos contra la dirección brasileña de la IURD en el país, en marzo de 2018 el pastor Felner Batalha dirigió una carta al fundador de la Universal Edir Macedo. En ella, Felner alertaba sobre las prácticas que incomodaban a la comunidad de la IURD en Angola y que podrían llevar a una ruptura con la coordinación brasileña.
En esa carta a Macedo, Felner cuestionaba sobre por qué pastores brasileños eran elegidos para ocupar cargos decisivos y estratégicos, por qué los pastores nativos no tenían acceso a los informes de cuentas de la iglesia y por qué el dinero recaudado, en vez de ser utilizado para obras de la Iglesia en Angola, era trasladado a otros países mientras que la sede de ese país debía recurrir a préstamos bancarios para cumplir con sus obligaciones fiscales.
La respuesta de Macedo nunca llegó. Sin embargo, tras enviar la carta, el pastor Felner Batalha, que fue uno de los fundadores de la IURD en Angola hace ya 30 años, fue notificado de su suspensión como obispo en la Catedral de Río de Janeiro, cargo al cual había sido nombrado pocas semanas atrás. Desde entonces, Batalha continuó participando como miembro de la IURD y, con la insurgencia de pastores en su país, pasó a encabezar el movimiento de Reforma en Angola.
En entrevista con Nascimento en noviembre de 2020, Batalha explicó que lo sucedido en Angola con los pastores de la Reforma es un movimiento que se va a extender en otros países por las características de la institución: “Es una dictadura religiosa. Nadie quiere vivir bajo una dictadura. Se lo dije al obispo Macedo. Esto me da la certeza de que el movimiento de reforma se producirá en todos los países. En cada rincón donde el obispo Macedo tiene plena autoridad, se puede sentir esa dictadura”.
Batalha también advierte que “Angola es el primer país. Ocurrirá en Portugal, España, Argentina, Sudáfrica, Mozambique, Estados Unidos. Va a ocurrir en todos los países. El nativo está oprimido. No tiene voz. Y el ser humano, Dios lo creó para ser libre. Así, cuando el individuo está en su propia tierra y es dominado por alguien, un extranjero, es sólo cuestión de tiempo”.
En esa línea, Batalha apunta que la práctica religiosa propuesta por la IURD dejó de ser una cuestión espiritual para pasar a ser una práctica puramente mercantilista: “Aquí en Angola, en particular, muchos de nuestros trabajadores y miembros ya nos cuestionaban: ‘Pastor, cada vez que voy a la iglesia me dan un sobre para meter dinero. Quiero rezar por la familia, quiero hacer un propósito para mi vida espiritual, quiero una bendición en mi trabajo, pero siempre tengo que poner dinero en el sobre'”.
Presión por ayuda oficial
Con la rebelión que significó el movimiento de la Reforma en Angola, el propio Edir Macedo llegó a pedir ayuda al presidente brasileño Jair Bolsonaro para que interceda ante las autoridades angolanas. Bolsonaro llegó a dirigir una carta al presidente João Lourenço en la cual pidió al mandatario garantías de protección del patrimonio de la IURD en el país. Lourenço,por su parte, prometió un tratamiento adecuado del caso en la justicia.
Sin embargo, las autoridades de la IURD consideran que dichos esfuerzos no fueron suficientes. A partir de las críticas de Edir Macedo al gobierno Bolsonaro por esta omisión, otros líderes evangélicos comenzaron a manifestar apoyo a la IURD así como a reclamar abiertamente al poder Ejecutivo una acción más directa.
Cabe destacar que en Brasil existe una representación expresiva de la comunidad evangélica en el Congreso. La “bancada de la Biblia”, como se denomina a este grupo de parlamentarios, cuenta con 90 diputados de un total de 513, pudiendo ser hasta 170 con el apoyo de otros partidos y otras bancadas con las cuales los evangélicos comparten agenda.
Si bien la situación en Angola y la tibia reacción del gobierno de Jair Bolsonaro generaron una reacción en conjunto de los líderes evangélicos con representación parlamentaria, lo cierto es que hasta el momento el Ejecutivo no avanzó en una posición más explícita con respecto a las investigaciones que avanzan en el país africano.
Según explica el periodista Gilberto Nascimento en el podcast O Cafecinho, el hecho de que la justicia angolana esté avanzando ante las acusaciones de lavado de dinero y evasión, fue un elemento determinante para que aliados de Bolsonaro presionaran para que no se genere una crisis diplomática, lo cual podría influenciar un quiebre entre líderes políticos evangélicos en el Congreso con la actual gestión, de quien siempre se mostraron aliados.