Javier busca una forma distinta de contar historias del mundo, injusticias y situaciones reprochables de varios países, a su vez, no deja de tener actualidad porque todo lo relaciona con hechos del presente. En su forma de contar, tiene un estilo propio y se ha preocupado en encontrar palabras o conceptos que reemplacen aquellos prohibidos en internet.
¿Cómo es hacer contenido internacional en redes sociales, cómo es la recepción de ese contenido que haces vos? “primero sorprende, porque en general nos miramos el ombligo o somos muy técnicos. Los que hablan de noticias internacionales suelen ser como muy respetuosos al momento de dar una noticia y suelen repetirla tal cual un medio tradicional y eso para un público de las redes que busca entretenimiento es aburrido”.
Por otro lado, sostiene, que cuando uno habla descontracturado sobre un tema suele hablar de temas locales, o sea algo que le resulta más familiar porque para hablar de un tema internacional hay que investigar mucho, hay que hablar con otras personas, hay que cambiar la mirada, para tener la información lo más acertada posible.
“La idea también de ‘países que nos caen mal’ es hablar en algún momento llegar a hablar de todos los países que existen para uno tener un contexto es un poco ambicioso y además está la tentación de Estados Unidos siempre entonces va a haber parte 50 de Estados Unidos y capaz que hay países que todavía no tocó”, afirma y adelantó que su próximo video será sobre Siria.
Flama llegó a Venezuela en septiembre con la idea de quedarse tres días a un Congreso Internacional Antifascista de la Juventud junto a otro influencer muy conocido, el salteño Diego “Michelo” Suarez. Ambos han recibido mucho odio en redes sociales por decir lo que dicen en Venezuela.
Cuando le preguntamos si no podía volver a Argentina manifestó que debido a la cercanía con Israel, el gobierno de Milei decretó una política antiterrorista de la mano Patricia Bulrrich: “se trata de una clara herramienta de persecución política que hay que observar” dice, aunque sostiene que no quiere volver, que está feliz en Venezuela.
“En Argentina estoy muy deprimido, todo está cambiando para peor, todo lo veo mal, estoy escapando de ese contexto triste, porque todas las noticias que vienen son malas. Y después ves a los libertarios que dicen ‘está estable la moneda’, es mentira. Yo me compraba la gaseosa antes de 280 pesos y ahora está 3 mil. Dicen que no hay inflación ¿como no va a haber inflación? y la gente lo niega, hay muchas personas que siguen apoyando a pesar de que ya no pueden pagar el alquiler y se tienen que volver a vivir con los padres o se tienen que ir a compartir una habitación entre muchas personas, esas cosas no pasaban. Yo mismo tuve que dejar el alquiler, es deprimente y mejor convertir esa tristeza en lucha porque algún día Argentina pueda llegar a ser como como es Venezuela”
“Creo en un socialismo internacionalista, creo que debemos apoyarnos”
Hablamos con Flama sobre la realidad venezolana y el proceso político del país caribeño, “Siempre fui muy fan del Socialismo del Siglo XXI de cómo cómo se puede cambiar la sociedad a partir de lo local, lo pequeño. Esa mirada como magnánima de un gran líder que maneja todo o sea Chávez era el gran líder que manejaba todo, pero se enfocó en los pequeños barrios y que haya como micro-gobierno, esto de las comunas me parecía fantástico porque si no siempre el poder está en una mano fuerte grande cuando debería estar en las manos del pueblo. Siempre me gustó estudiar el socialismo del siglo XXI y que haya una oportunidad de venir a Venezuela fue fantástica”
¿Qué es lo que viste acá en Venezuela con respecto a las personas que decidieron irse del país? “la gente que se fue, se fue con un motivo y no específicamente se fue por apoyar o no el gobierno, la situación fue crítica. Realmente hubo una crisis humanitaria acá, fue grave, pero fue consecuencia también de una estrategia, de un ahogo económico desde afuera a través de un sistema de bloqueos hizo que que todo colapse y la búsqueda era justamente esa, que ya no puedan más y a sabiendas, que todo acá era importado y todo se mantenía con el ingreso del petróleo cortar ese ese chorro de alguna manera, cortó todo ingreso económico y cortó todo tipo de importación.
No había para comer, hablan de que se iban a pescar, no había no había comida literal, vivían a pescado y mango, incluso acá quedaron un poco traumados con el mango, porque a mí me encanta, estamos en territorio de mango donde es riquísimo, pero acá como que no quieren saber nada porque el mango, en Venezuela es lo que se come cuando no hay otra cosa para comer. Aún sin sin querer irse… hay muchos venezolanos que se fueron sin querer irse y se nota. Yo soy cristiano y he ido acá a la Iglesia y en la iglesia, se junta mucha gente a rezar por sus familiares que se fueron y lloran, pero lloran todos los fines de semana y le piden a Dios que vuelvan.
Por otro lado, los que se fueron creen que la situación se mantuvo, se fueron con una imagen de que las cosas siguen exactamente como cuando se fueron y no es cierto o sea, Venezuela le encontró la vuelta y pudo mejorar y superar todos esos obstáculos, es más, está creciendo a un 8%, es el país de Latinoamérica que más crece. Creo que es momento de que vuelvan, que no se queden con esa imagen espantosa”.
¿A qué crees que se debe el odio a Venezuela? “Yo creo que es un odio pero viene más del lado del miedo. Creo que le tienen miedo al sistema que se está implementando en Venezuela, es un sistema donde los valores no orbitan principalmente en el dinero, o sea el dinero no es lo que define si sos mejor o peor persona como en el capitalismo: dime cuánto tienes, dime cuánto eres”.
“Esa estructura de pensamiento se quiebra a través del socialismo y es algo que viene de hace años, o sea, siempre estuvo esta polarización y buscan también un enemigo como para mantener entretenida a la gente. Entonces se organizan para difamar y evitar esto, porque fíjate que las personas aunque sean trabajadores que técnicamente tienen que luchar por sus derechos, o sea, es lo que el sentido común indica. Terminan apoyando a grandes capitales como si ellos fueran grandes capitalistas y no es así, incluso aprueban que se los explote y dicen ‘porque hay que trabajar’, pero al final el capitalista no trabaja, o sea, crece y se infla de dinero a partir de del trabajo de los demás, entonces al mantener a la gente con ese discurso mantienen el sistema que les conviene cosa que el socialismo no permite”.
Por último, nos dimos el gusto de preguntarle sobre su contenido, “Países que nos caen mal” ¿Todos los países nos caen mal? Flama no lo negó, sino que fue más allá y afirmó que todos los países van a tener cosas muy malas o tristes que él va a tomar en sus producciones pero que a su vez, asegura que en todo se puede encontrar algo bueno, además, insiste con mirar a los pueblos y con separarlos de los gobiernos aunque por supuesto eso es más complejo.