En una nueva foto política anti Milei, el gobernador Axel Kicillof, junto a Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Ziliotto (La Pampa) se reunieron este jueves en la cumbre de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA).
Bajo el título “Sin industria argentina no hay empleo”, los sindicatos industriales y los gobernadores que no firmaron el Pacto de Mayo (a excepción de Zamora) reiteraron su rechazo al DNU 70/23, la Ley Bases, el Pacto Fiscal y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), principales instrumentos jurídicos de la gestión nacional de Javier Milei.
Por su parte, el secretario general del Smata, Ricardo Pignanelli, junto a los sindicalistas Abel Furlán (UOM), Gerardo Martínez (UOCRA), Hugo Benítez (Textiles) y Walter Correa (Curtidores y ministro de Trabajo bonaerense) presentaron a los gobernadores los resultados de la encuesta realizada entre 25 sindicatos sobre el empleo, la producción, las ventas y los despidos ocurridos en el primer semestre del año.
Los datos que arrojó el relevamiento son alarmantes: el 95,7 por ciento de los sindicatos industriales afirma que la situación de las empresas donde trabajan sus afiliados empeoró desde la asunción del presidente Javier Milei en diciembre pasado.
El 61 por ciento de los consultados declara caídas de ventas superiores al 15 por ciento, un 30 declara caídas menores a 15 puntos y solo el 4,3 restante se mantiene al margen de este fenómeno.
El dato más alarmante fue que siete de cada diez empresas industriales despidieron trabajadores en 2024.
Tras analizar la difícil situación que atraviesa el sector industrial, los gremios sentaron su postura en un comunicado ratificando que el DNU 70/23, la Ley Bases, el Pacto Fiscal y “muy particularmente” el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) “llevan a nuestro país a una acelerada disminución de la actividad industrial, de inmediato impacto en nuestras Pymes”.
Por último, sostuvieron que las medidas propuestas de apertura indiscriminada y desregulación del comercio exterior, “lejos de ser medidas que fortalezcan la industrialización de las empresas argentinas, promueve hacer de la Argentina una isla de armadurías sin valor agregado, sin trabajo nacional y sin conocimiento aplicado al desarrollo”.