La situación del exsenador nacional Eduardo Kueider, expulsado de la Cámara alta por inhabilidad moral, se agrava con nuevas revelaciones que apuntan a posibles maniobras sospechosas.
Según el empresario inmobiliario paraguayo Carlos Guasti, CEO de la prestigiosa firma Petra Urbana, Iara Costa, secretaria de Kueider, intentó comprar cinco departamentos en Asunción con pagos en efectivo por un total de 699.000 dólares, días después de que el senador votara a favor de la controvertida Ley Bases impulsada por el gobierno de Javier Milei.
Los inmuebles en cuestión incluían cuatro departamentos de tres ambientes en construcción, valuados en 139.000 dólares cada uno, y un quinto ya listo para habitar con un valor ligeramente inferior. Sin embargo, la operación se frustró debido a la falta de documentación que justificara el origen de los fondos.
“Ella quería pagar casi la mitad en efectivo, pero no presentaron absolutamente nada que respalde ese dinero”, aseguró Guasti, quien añadió que el único documento presentado fue el DNI de Costa y un recibo de sueldo, insuficientes para concretar la transacción.
Ante la irregularidad, la inmobiliaria reportó el caso a la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD), lo que obligó a Costa a buscar alternativas con otros desarrolladores.
El monto que Costa intentó movilizar triplica los 200.000 dólares que le fueron encontrados en su mochila durante un control aduanero en Paraguay, episodio que generó sospechas sobre el posible origen ilícito de los fondos.
Estas maniobras refuerzan la hipótesis de que Kueider habría vendido su voto en la aprobación de la Ley Bases. El exsenador, que inicialmente pertenecía al peronismo, pero terminó alineándose con Javier Milei, emitió un voto positivo que resultó determinante para alcanzar el empate en la votación. Finalmente, la vicepresidenta Victoria Villarruel desempató en favor del oficialismo.
La relación entre el voto clave de Kueider y las operaciones inmobiliarias fallidas alimenta las sospechas sobre una posible conexión entre su decisión en el Senado y el manejo de sumas millonarias sin respaldo.