El último 18 de julio, tras la cumbre que celebraron los países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE), se publicó un documento que generó reacciones de diferente tipo.
En el punto número 13, se afirma que “en cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias”.
Esta mención de las Islas del Atlántico Sur como “Malvinas” en lugar de como “Falklands” (nombre que le dan los ingleses al territorio argentino), sumado al hecho de que la UE reconoce la “posición histórica de la CELAC”, fue entendido por muchos como un logro diplomático de la Argentina.
El Ministro de Relaciones Exteriores argentino Santiago Cafiero destacó que “a partir de este pronunciamiento el gobierno argentino tiene la expectativa de profundizar el diálogo con la Unión Europa en relación con la Cuestión de las Islas Malvinas”. “Esta declaración conjunta supone un nuevo llamamiento de la comunidad internacional al Reino Unido para que se avenga a cumplir con su obligación de reanudar las negociaciones de soberanía con la Argentina”, agregó.
Desde Inglaterra, la respuesta llegó de Rishi Sunak, primer ministro, quien declaró que la declaración reúne una “elección de palabras lamentables” en relación a la mención de las islas como Malvinas y no como Falklands.
El canciller inglés James Cleverly también salió a criticar la declaración y apuntó que “se debe respetar la autodeterminación del pueblo de la isla”, que optó en elecciones por continuar bajo control inglés.
Esta es la primera cumbre que se realiza entre ambos organismos regionales desde que Gran Bretaña abandonó la Unión Europea, lo cual según algunos analistas puede ser leído como el motivo que llevó a la UE a tomar nota de la posición de la CELAC. Ahora bien, ¿Qué significa concretamente esta posición?
A lo largo de los 41 puntos de la declaración, la cuestión Malvinas se menciona exclusivamente en el apartado 13, donde lejos de defender la soberanía argentina sobre el territorio en el atlántico, la UE “toma nota” al tiempo que insta al diálogo y al derecho internacional para que se llegue a una solución pacífica.
Si bien desde el oficialismo argentino se habla de una victoria diplomática, lo cierto es que nada cambia en relación al status de la isla. Más que un triunfo diplomático, de lo que se trata concretamente es de una provocación sobre la cual no pesan acciones específicas.
Las posturas de los candidatos
Lo cierto es que a pocos días de las elecciones primarias, la declaración conjunta entre la CELAC y la UE ha sido utilizada por el oficialismo como un triunfo a través del cual se busca vender la candidatura de Sergio Massa. Con una situación económica preocupante debido a la crisis social y a la adopción de políticas de ajuste para avanzar en una negociación con el FMI, la cuestión Malvinas se esgrime como un punto a favor del gobierno en cuanto a soberanía.
Desde la oposición, las posturas en relación a este asunto se presentan confusas. La candidata Patricia Bullrich llegó a decir durante una entrevista que Argentina “debía haber entregado las islas” a la empresa Pfizer como parte de la negociación para la llegada de vacunas contra el covid-19.
En el caso del candidato de la Libertad Avanza, Javier Milei, propone una salida negociada con el gobierno británico al estilo del acuerdo entre Reino Unido y China en 1997. El cual terminó en la transferencia de la soberanía de Hong Kong al gigante asiático. Milei dice que hay que tener en cuenta “la voluntad de las personas que viven en las islas” y que se debe hacer “sin violencia”.
Dicha negociación contó con el visto bueno del imperialismo mundial, ya que le abrió un campo de negocios en la zona. Milei quiere rescatar los negocios de la burguesía inglesa en la región, y no ve con malos ojos que Estados Unidos se sume a explotar las riquezas de Malvinas.
De los candidatos que se posicionan en contra de la actual gestión, quien muestra una postura más moderada respecto de la causa Malvinas es Horacio Rodriguez Larreta. Difícil es saber si dicho posicionamiento se debe a una convicción personal o partidaria o a la necesidad de sacar ventaja electoral de cara a los próximos comicios.
Lo cierto es que no fueron pocas las repercusiones generadas por la declaración firmada por CELAC y UE, pese a tratarse de una posición ambigua que no sólo no tiene implicaciones concretas sino que permite a la UE continuar neutral en un asunto de disputa de territorio.
Mientras desde el gobierno se habla de un triunfo diplomático, la disputa por Malvinas continúa.