En junio, la actividad económica de Argentina experimentó una caída del 3,9% interanual, y del 0,3% en comparación con mayo, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) este miércoles al difundir su Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE).
Aunque mayo había mostrado señales de recuperación, principalmente impulsado por un rebote en el sector agrícola que había sido duramente afectado por la histórica sequía de 2023, esa mejora no se mantuvo en junio.
A pesar de un desempeño positivo en algunos sectores, como el agro, que creció un notable 82,4% interanual, y la minería, que aumentó un 4,6%, la actividad económica general se vio fuertemente golpeada.
Entre los sectores más afectados se encuentran aquellos que son pilares fundamentales de la economía argentina, generando movimiento y empleo masivo. La construcción sufrió una caída del 23,6%, la industria manufacturera un 20,4%, y el comercio mayorista, minorista y reparaciones un 18,6%. Estas cifras evidencian un deterioro significativo en áreas clave para la generación de empleo y crecimiento económico.
Despidos masivos en medio de la crisis
La crisis económica ha tenido un impacto directo en el empleo. La multinacional Bridgestone, una de las empresas más reconocidas en el sector, despidió a cientos de trabajadores que había suspendido ilegalmente, superando el 30% de su plantilla total. Los despidos y suspensiones alcanzaron a 452 empleados, exacerbando aún más la situación laboral en un contexto de alta incertidumbre económica.
Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), denunció que la empresa está utilizando el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) como una herramienta para justificar despidos masivos y realizar cambios unilaterales en las condiciones laborales.
Pérdida del poder adquisitivo
A la par de la caída de la actividad económica y los despidos, el poder adquisitivo de los salarios continúa en picada. Desde noviembre de 2023, los haberes han experimentado una pérdida promedio del 11% en términos reales.
Para los trabajadores registrados del sector privado, esta disminución ronda el 7%, mientras que para los empleados públicos y el sector informal, la caída se acerca al 19%.
En un contexto aún más dramático, los docentes universitarios han visto cómo su poder adquisitivo se ha desplomado en más de un 40%, un reflejo de la crisis profunda que afecta a la educación superior en el país.
Según un relevamiento del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, los aumentos salariales acordados en paritarias se han situado mayoritariamente por debajo de la inflación proyectada, lo que agrava la situación de los trabajadores, quienes ven cómo sus salarios pierden valor mes a mes en un entorno de alta inflación.
La economía argentina atraviesa un período de contracción marcado por una caída significativa en la actividad económica, un aumento en los despidos y una constante pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
Las cifras reveladas por el Indec y los informes sindicales ponen de manifiesto la gravedad de la situación.