Este lunes Bitelli se reunió con el canciller Mauro Viera en Brasilia al que luego se sumó Lula. El encuentro se da luego de que Milei viajara a Santa Catarina a reunirse con el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, a quien calificó de “perseguido político”.
Sobre el encuentro, el presidente argentino sostuvo que los Bolsonaro “Realmente me hacen sentir como en casa y es siempre un placer estar entre amigos”. En esa misma semana se celebraba la cumbre del Mercosur en Asunción a la que Milei decidió no ir, lo que generó malestar entre el resto de los presidentes miembros del bloque.
El malestar entre Lula y Milei no para de crecer, antes del viaje a Brasil, el mandatario argentino volvió a calificar a su par brasileño de corrupto y desde Brasilia le dijeron que se disculpe. La respuesta argentina llegó por parte del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien sostuvo que “El Presidente no cometió nada de lo que tenga que arrepentirse” y agregó: “Lo que Lula pretenda, está dentro de sus deseos, lo respetamos, pero el Presidente no ha cometido nada que lo que tenga que arrepentirse”.
Otra de las tensiones se da debido a los 92 bolsonaristas condenados por intentar el golpe contra Lula el 8 de enero del 2023, que están prófugos en Argentina en busca de asilo político. El presidente Milei es presionado por la familia Bolsonaro para que los proteja aunque esto dejaría la relación entre Argentina y Brasil al borde de la ruptura.
Si bien llamar a consultas a un embajador significa que algo no funciona bien en la relación con otro país. El propio embajador, Julio Bitelli esta mañana en una entrevista en Futurock le bajó el tono y dijo que la conversación fue para ver cómo continuar la relación ya que Milei y Lula tienen visiones del mundo distintas. “Esto no es lo mismo que lo que está pasando con España o Bolivia”, agregó.