Las negociaciones entre el gobierno de Javier Milei, los gobernadores y los legisladores siguen entregando capítulos de la rosca de la más pura casta, que incluyen cargos y reparto de obras indiscriminadamente.
Como con la Ley Bases, Javier Milei comenzó a dialogar con “la casta” para salvar su veto presidencial al incremento de haberes para jubilados y jubiladas. Lo que se perfilaba como una derrota para el oficialismo, podría cambiar de rumbo, gracias al apoyo inesperado de un par de legisladores. Puntualmente diputados de la Unión Cívica Radical (UCR).
El presidente Javier Milei se reunió con cinco diputados radicales que se comprometieron a respaldar el veto a la ley jubilatoria, a pesar de haber votado y expuesto a favor de la reforma en la prestación de haberes en la votación de junio pasado.
Martín Arjol, Luis Picat, Mariano Campero, Mario Pablo Cervi y José Federico Tournier son los radicales que desconocen el posicionamiento del bloque de la UCR, y que, además, votaron a favor del cambio del cálculo de haberes en junio pasado.
Asimismo, a horas de la sesión en la que necesita una ayuda de los radicales para que la oposición no de vuelta el veto de Javier Milei al aumento de las jubilaciones, el gobierno designó a un hombre de Rodrigo de Loredo al frente de la Universidad de Río Tercero.
De igual forma, sucedió con Pedro Galmberti. El radical, que votó a favor de la Ley de Movilidad Jubilatoria y a horas de sesionar para rechazar el veto presidencial, recibió el ofrecimiento para ocupar una silla en la comisión técnica que administra la represa Salto Grande.
El ofrecimiento llegó por parte del gobernador de Entre Ríos, el dirigente del PRO, Rogelio Frigerio, sector que también acompañaran el veto de Javier Milei.
El radical, que votó a favor del aumento a los jubilados, dejará su banca a la diputado del PRO Nancy Ballejos, que sumaría otro voto a favor de las intenciones de Milei.