Este domingo, en horas de la mañana, el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas salió de la cárcel en la que llevaba más de cuatro años preso por dos casos de supuesta corrupción, después de que un juez le concediera un recurso de hábeas corpus por cuestiones de salud.
Glas fue condenado a seis años de prisión por una supuesta asociación ilícita en el caso Odebrecht y recibió una pena de ocho años por cohecho, durante el proceso conocido como “sobornos”.
Desde la detención de Glas, organizaciones sociales compuestas con asesores jurídicos señalan que el exvicepresidente fue procesado con un Código Penal derogado y en medio de numerosas irregularidades, las cuales han sido denunciadas.
Mientras el expresidente Rafael Correa recibía cuarenta procesos judiciales en su contra, Glas perdía sus fueros como vicepresidente, se le aceleraron o alargaron los tiempos procesales de forma anómala y la condena llegó con el concurso de testigos protegidos: arrepentidos de dudosa procedencia y poniendo la carga de la prueba sobre el imputado.
Tras ser condenado y borrado del mapa político ecuatoriano, Glas cumplió el 60% de su pena y tenía derecho constitucional para salir en libertad desde hace un año y tres meses. Sin embargo, diferentes instancias del poder político impidieron que recuperara su libertad.
Vale aclarar que el exvicepresidente padece de varias enfermedades como hipertensión arterial, espondilitis anquilosante, fibromialgia, rinitis alérgica, faringitis y gastritis crónica, trastornos de ansiedad, estrés postraumático, entre otros.
El abogado Edison Loaiza presentó el recurso ante la grave situación de salud de Glas y porque su vida corría peligro en la cárcel de Latacunga. La misma prisión fue uno de los escenarios de cruentas masacres, que dejaron cerca de 350 presos muertos en varios penales ecuatorianos desde febrero de 2021.
Tras salir del Centro de rehabilitación social de Latacunga, el exvicepresidente declaró: “Este es un mensaje para todas las tiendas políticas. El costo personal ha sido muy alto. No debe haber persecución política. La persecución política sentenció a mi familia”.
Glas fue vicepresidente del mandatario Rafael Correa entre 2013 y 2017, y ese último año fue reelegido en la fórmula que encabezó Lenin Moreno, jefe del Estado en 2017-21. A fines de 2017 fue separado del cargo y denunciado penalmente de haber recibido supuestos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, esa situación fue la ruptura entre Lenin Moreno y la Revolución Ciudadana y el comienzo de la persecución a ciento de referentes y militantes afines a Rafael Correa.