Desde la asunción del presidente Javier Milei, los salarios en Argentina no han logrado mantener el ritmo de la inflación.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que, hasta septiembre de 2024, el poder adquisitivo de los trabajadores sufrió una caída del 5,7% en términos reales, acumulando un retraso de 15 puntos porcentuales respecto al índice de precios al consumidor (IPC).
El último informe del INDEC reveló que en septiembre de 2024, las remuneraciones crecieron en promedio un 4,7%, superando en 1,2 puntos porcentuales la inflación de ese mes, que fue del 3,5%.
Sin embargo, este repunte mensual no logra compensar la pérdida en el año, donde los salarios subieron un 119,2%, mientras que el IPC acumuló un alza del 153% desde noviembre pasado. Este desfase representa una disminución significativa del poder adquisitivo de las familias argentinas.
A nivel interanual, la situación es igualmente preocupante: en los últimos doce meses, los salarios crecieron un 181,9%, pero los precios avanzaron un 209%. Esto refleja una disminución en el valor real de los salarios, lo cual impacta tanto en la capacidad de consumo de los trabajadores como en la economía en general.
Por sectores, el INDEC registró que el sector privado formal tuvo un aumento mensual del 3,8% en septiembre, mientras que el sector público creció un 3,9%. El sector privado no registrado mostró un incremento más alto, del 10,4%, pero este último sigue siendo el más vulnerable frente a la inflación.
A pesar de la leve mejora mensual, los sueldos en Argentina enfrentan una pérdida acumulada de poder adquisitivo que afecta a los hogares y se agrava en un contexto inflacionario que no da tregua.