El gobierno brasileño ordenó al embajador en Israel, Frederico Meyer, regresar de Tel Aviv a Brasil sin fecha de retorno luego de que el gobierno de ese país declarara persona no grata a Lula Da Silva por los dichos del brasileño comparando el genocidio en Gaza con el holocausto.
La crisis fue provocada por declaraciones hechas por Lula durante una entrevista en Adís Abeba, Etiopía, donde participó este fin de semana en una reunión de la cumbre de la Unión Africana.
Tras los dichos el gobierno de Israel declaró a Lula “persona non grata”, motivo por el cual Brasil llamó a su embajador para consulta en Brasilia.
Al mismo tiempo, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil Mauro Vieira convocó este lunes al embajador israelí en Brasil, Daniel Zonshine, para una reunión en el Palacio Itamaraty, en Río de Janeiro. La conversación terminó alrededor de las 19:00 horas.
Los dichos de Lula comparando la situación en Gaza con el holocausto judío despertaron recciones también dentro de Brasil. Un grupo de diputados en el Congreso está intentando obtener apoyo para una solicitud de juicio político contra Lula.
Al mismo tiempo, algunos intelectuales también salieron a criticar la comparación hecha por el presidente. La autora e historiadora brasileña Lilia Schwartz publicó en sus redes sociales que no está de acuerdo con el uso del término “holocausto” y de la mención a Hitler como sinónimos de lo que ocurre ahora en Palestina.
“Nada es simplemente trivial frente a este tema” continúa la autora en su descargo. “Hay numerosas maneras mucho más precisas, histórica y éticamente, de abordar y describir la mortandad que está ocurriendo en la Franja de Gaza”.
Para la historiadora “el presidente Lula no ayuda de esta manera a luchar por la paz. Anima y agita a la ultraderecha brasileña y proporciona un escenario, como está ocurriendo ahora, para un conflicto diplomático que solo interesa al gobierno de Benjamin Netanyahu, quien es conocido por ser autoritario y cuyas acciones nunca han sido unánimes en su país ni en el extranjero”.
En la misma línea, Schwartz apunta contra el gobierno de Israel, al decir que “la reacción del gobierno de Israel y de su ministro, al declarar a Lula como persona non grata y convocar a su embajador, no está justificada. Es un acto que pretende humillar y desacreditar al presidente a nivel internacional. Netanyahu busca tener una cortina de humo frente a los crímenes que comete”.
Tras el inicio de la crisis diplomática, Lula convocó a una reunión con todos sus ministros para abordar el asunto. Según informes, Lula explicó a sus asesores que su declaración forma parte de una estrategia para frenar lo que considera una “sed asesina” de Israel hacia civiles palestinos.
El presidente brasileño también afirmó creer que sus palabras deberían abrir camino, en los próximos días, para que jefes de Estado de otros países también condenen al gobierno israelí.
Por el momento no hay fecha establecida para la vuelta del embajador de Brasil a Tel Aviv, aunque tampoco se puede hablar de una ruptura de las relaciones entre ambos países.