A través del Ministerio de Relaciones Exteriores, bajo el liderazgo de Diana Mondino, el gobierno argentino prepara una estrategia diplomática para expulsar a Venezuela de los organismos regionales tales como la Celac o el Consenso de Brasilia. El objetivo es mantener la iniciativa junto a otros países en respuesta al resultado de las elecciones del 28 de julio en Venezuela en las que el CNE dio como ganador a Nicolás Maduro.
Esto también sucede porque Milei aceptó como ganador a Edmundo González Urrutia ex candidato presidencial, exiliado en España. El presidente argentino y la canciller van a llevar este tema también a la reunión de la Asamblea General de la ONU.
Al mismo tiempo la cancillería también avanza en el Consenso de Brasilia para proponer una “cláusula democrática” con el fin de expulsar a Venezuela también de ese espacio, lo que se discutirá en la próxima reunión del Consenso. Milei cuenta con el apoyo de Paraguay, Uruguay, Chile y Perú, mientras que Brasil evalúa la propuesta.
La embajada argentina en Caracas
Este fin de semana la embajada argentina en Caracas, bajo la protección de Brasil desde agosto, tuvo inconvenientes con el gobierno venezolano. Desde la Cancillería de la República Bolivariana sostuvieron que la decisión se dio debido “a las pruebas dispuestas sobre el uso de las instalaciones de la misión diplomática para planificar actividades terroristas e intentos de magnicidio contra Nicolás Maduro” por parte de los opositores asilados en el edificio.
Yván Gil, el canciller venezolano, informó la decisión de revocar el beneplácito otorgado al Gobierno de Brasil para ejercer la representación de los intereses de Argentina y sus nacionales en territorio venezolano.
Desde agosto pasado, la embajada y la residencia de la parte argentina están desprovistas de representación. Desde ese momento, Brasil asumió la seguridad del edificio y del cuidado de los opositores venezolanos.