En 2025, la inversión del Estado nacional en educación será equivalente al 0,88% del Producto Bruto Interno (PBI), según el informe “Presupuesto educativo nacional 2025” elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación.
Esta cifra representa una disminución en comparación con el 0,91% de 2024 y el 1,48% de 2023.
El documento, elaborado por los investigadores Javier Curcio, María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén, advierte que la inversión educativa ha sufrido una caída real del 40,20% en 2024 respecto a 2023.
Si se miran solo los fondos de la Secretaría (ex Ministerio) de Educación de la Nación, la caída este año fue del 43% medida en términos reales.
Este recorte afectó principalmente a la educación superior, que recibirá el 66,5% del presupuesto de la Secretaría de Educación. A este le sigue el Plan Nacional de Alfabetización, que concentrará el 11,6% de los fondos.
La magnitud del recorte aplicado sobre el sistema educativo es casi del doble del ajuste general del gasto público nacional (21,1%), según surge de comparar la ejecución de 2023 con el crédito vigente de 2024.
Entre 2023 y 2024 (con datos al 22 de septiembre), el recorte de fondos para las universidades fue del 30%. En ese mismo lapso, las caídas fueron del 71% para Conectar Igualdad, 64% para infraestructura y equipamiento, 57% para acciones de formación docente, 57% para formación tecnológica, 55% para fortalecimiento edilicio de jardines de infantes y 54% para becas a estudiantes.
El ajuste educativo nacional de 2024 es mayor al efectuado durante las peores crisis económicas de las últimas décadas, como la de 1989 (con un ajuste educativo nacional del 24%) o la de 2002 (con un ajuste del 15%).
El ajuste continúa en 2025
El análisis del presupuesto proyectado para 2025 revela que, si bien el Estado destinará mayores fondos a algunas áreas, la educación queda relegada en cuanto a la magnitud del incremento.
Por ejemplo, la Secretaría de Educación será una de las cinco áreas con mayor aumento de fondos, con un 6,87%, pero sectores como el Ministerio de Salud recibirán un aumento del 146,75%.
En términos generales, la función “Educación y Cultura” tendrá una variación positiva del 0,65% en 2025, pero si se considera la inflación proyectada por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), la inversión real disminuirá un 6,93%.
Según las proyecciones oficiales, la participación de la función “Educación y Cultura” en el presupuesto nacional se reducirá al 5,77%, tras haber sido del 7,25% en 2023.
Javier Curcio, uno de los autores del informe, destaca la necesidad de un gran acuerdo nacional para abordar los problemas del sistema educativo: “Este año es crucial para el sector público nacional argentino, especialmente en educación. Se requiere un gran acuerdo nacional para identificar los problemas a resolver, organizar las respuestas y dotar de financiamiento adecuado para superar la tragedia educativa que atravesamos”.
Mariano Narodowski, exministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, critica la continuidad de las prioridades en el presupuesto educativo: “El presupuesto nacional 2025 mantiene las mismas prioridades que en los últimos 40 años: privilegiar a las universidades por sobre el resto del sistema educativo. La gran diferencia es que todo el gasto público se reduce de manera brutal, no solo en educación”.