Con la llegada de la jefa del Comando Sur quedaron claras las intenciones norteamericanas de avanzar en la cooperación de seguridad estadounidense en en el país y para frenar los trabajos de la base no militar china que opera en la Patagonia argentina, entre otros proyectos estratégicos.
Richardson se reunió con el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, la Ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, el Ministro de Defensa, Luis Petri, el titular de la AFI, Silvestre Sivori y el Secretario de Estrategia Nacional, Jorge Antelo. Del encuentro también participó el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley.
Desde que asumió Milei la estrategia en política exterior es clara y es la de fortalecer los lazos con Estados Unidos e Israel dejando por fuera a otras naciones. El gobierno nacional, con apoyo norteamericano, firmó una carta de intención con Dinamarca para la compra de aeronaves de combate daneses F-16.
La estadía de Richardson en el país, incluyó una transferencia a la Fuerza Aérea Argentina de un avión de transporte Hércules C-130H, valuado en aproximadamente 30 millones de dólares, y que es parte de una donación de asistencia de seguridad financiada por Estados Unidos, indicó Jefatura de Gabinete de la Nación.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, resaltó la visita de Richardson, señaló las “excelentes relaciones con Estados Unidos” y anunció que en mayo llegará a Buenos Aires el portaaviones George Washington.
Estados Unidos antes que China
La visita de Richardson se da por tercer año consecutivo, aunque en esta oportunidad se le dio mucha más importancia en términos de Estado, hasta el propio presidente se encontró con la Jefa del Comando sur y es que ambos tienen los mismos objetivos: ratificar la alianza con Estados Unidos y también para alejar a China de América Latina.
Durante un acto en la madrugada del viernes, el presidente argentino sostuvo en un discurso que “los argentinos tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos” y que es necesario defender los “valores de Occidente”.
Milei le dio lugar a los dichos de Richardson sobre China, en el caso de Argentina es sobre tres intereses particulares: el caso particular de Argentina del litio en el norte argentino, la estación aeroespacial ubicada en Neuquén y las inversiones en un puerto multipropósito en Ushuaia.
El caso particular de la base espacial china se origina en acuerdos firmados entre 2012 y 2014 (durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner) entre la Argentina y China, el acuerdo prohíbe expresamente el uso de instalaciones para fines militares.
Según datos de la La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la estación está ubicada en un predio de 200 hectáreas en la localidad de Bajada del Agrio, departamento de Picunches (Neuquén); cuenta con una antena parabólica de 35 metros de diámetro y es la única que posee China fuera de su territorio.
En el acuerdo se estableció que la CONAE obtiene el beneficio de acceder al 10% del tiempo de uso de la antena para el desarrollo de proyectos de investigación científica nacional y de cooperación regional e internacional.
La Jefa del Comando Sur ha remarcado en varias oportunidades que Estados Unidos debe ser el “socio preferido” del sur del continente y que su misión es garantizar que los norteamericanos ganen. Sobre todo, que le ganen a China. Una idea que el gobierno de Javier Milei también acompañará.