El último domingo, el gobierno de Turquía inició una ofensiva militar transfronteriza contra las milicias del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, según informa el Ministerio de Defensa de ese país.
La operación incluye una amplia campaña de ataques aéreos con aviones, helicópteros y aparatos no tripulados. A su vez contó con una incursión terrestre de tropas de comandos.
“Nuestras heroicas Fuerzas Armadas turcas lanzaron la operación ´Garra´ contra objetivos terroristas para prevenir ataques contra nuestro pueblo y las fuerzas de seguridad del norte de Irak y para asegurar nuestra frontera”, afirmó el Ministro de Defensa turco, Hulusi Akar.
De acuerdo con Akar, el operativo se inició en las regiones iraquíes de Metina, Zap y Avasin-Basyan. Allí, las fuerzas aéreas turcas alcanzaron “refugios, búnkeres, cuevas, túneles, depósitos de municiones y los llamados cuarteles generales pertenecientes a la organización terrorista”.
A su vez, la autoridad turca agregó que la operación también incluyó comandos que “ingresaron a la región por infiltración desde tierra” y fue apoyada por unidades de artillería.
“Hasta el momento, nuestra operación continúa con éxito según lo planeado. Los objetivos fijados en la primera fase se han alcanzado”. A su vez, Akar apuntó que el ataque tiene como objetivo la defensa del territorio: “Estamos decididos a salvar a nuestra noble nación de la desgracia del terrorismo que ha castigado nuestro país durante 40 años. Nuestra lucha continuará hasta que el último terrorista haya sido neutralizado”.
“Se muestra la máxima sensibilidad para garantizar que los civiles, el medio ambiente, las estructuras culturales y religiosas no sufran daños”, aseveró el ministro.
Con el silencio de occidente
Las hostilidades contra el pueblo kurdo iraquí vienen desde 2018, cuando las fuerzas aéreas turcas comenzaron a realizar incursiones y bombardeos sobre Bashur. Dichas incursiones contaron con el apoyo de la administración central de Bagdad y del Gobierno Regional de Kurdistán (GRK), aliado del gobierno turco. Este nuevo intento de invasión se produce dos días después que el primer ministro del GRK, Masrour Barzani, se reuniera en Estambul con el propio presidente turco, Erdogan.
Según explica el analista Leandro Albani, “en muchas ocasiones, los ataques kurdos contra las bases de la insurgencia son acompañados por incursiones terrestres de los Peshmerga, las fuerzas militares kurdas que dependen del GRK”.
El analista apunta que el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), nacido en la década de 1950 al calor de las luchas nacionalistas en Medio Oriente, “en la actualidad es una organización de derecha que tiene a Ankara, Tel Aviv y Washington como sus principales aliados”.
Albani sostiene que las incursiones turcas sobre Bashur se sostienen fundamentalmente “por el silencio de las potencias mundiales y regionales, que mantienen una política de equilibrio diplomático con el gobierno de Erdogan”. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea y Rusia privilegian los grandes negocios armamentísticos en Turquía, motivo por el cual no se condena abiertamente la incursión militar turca en el territorio kurdo.
Según informaciones divulgadas por los rebeldes de las Fuerzas de Defensa Popular (HPG), “sólo en los últimos cuatro días, nuestros territorios han sido bombardeados 147 veces por aviones de combate (turcos), y ha habido innumerables ataques con obuses desde tierra. En el espacio aéreo, los vuelos de los drones armados y de los aviones de combate siguen teniendo lugar sin interrupción”.
A su vez, detallaron que “la primera oleada de ataques contra las regiones de Avaşîn y Zap fracasó debido a la resistencia de nuestras fuerzas, que se llevó a cabo con gran sacrificio. En las acciones de nuestras fuerzas, hasta ahora fueron castigados 28 invasores, nueve fueron heridos y dos helicópteros de ataque fueron alcanzados. La resistencia heroica de nuestras fuerzas y las batallas continúan en forma masiva”.
Los ataques de Turquía contra Bashur se suman a las permanentes incursiones militares en el Kurdistán sirio. Allí se busca desbaratar el proyecto político y social encabezado por el Movimiento de Liberación de Kurdistán y otras organizaciones que representan a los diferentes pueblos de Siria, como árabes, armenios, asirios y turcomanos.