Perú sigue jodido

Sobre el comienzo de la novela de Vargas Llosa, “Conversaciones en la catedral”, uno de los protagonistas dispara: “¿En qué momento se jodió el Perú, Zavalita?  Lo cierto es que desde que asumió la presidencia Castillo, el País vive una crisis de gobernabilidad que no parece acabar nunca. Esta semana, el Congreso irá por un nuevo intento de destitución del presidente.

El presidente peruano sufrirá un nuevo intento de destitución por parte de la derecha. Desde su partido le aconsejan cerrar el Congreso.

La oposición peruana vuelve a la carga intentando otra vez destituir  al presidente de Perú, Pedro Castillo, a quien no le dan respiro. Nuevamente, este 7 de diciembre, se presentará una tercera moción de vacancia por “incapacidad moral permanente”.

La moción fue admitida a debate con 73 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones. El pedido de destitución fue presentado por 67 legisladores. Para que sea aprobada se necesitan 87 votos a favor.

La primera moción data de noviembre del 2021 y la segunda intentona de marzo del 2022. Ahora juegan una nueva carta para sacarlo del poder. Siempre a instancias de las fuerzas opositoras Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País. 

En el caso de que esta tercera moción de vacancia sea rechazada, Vladimir Cerrón –dirigente, líder del partido Perú Libre y principal impulsor de la candidatura que llevó a Castillo al gobierno-, aconsejó al presidente que cierre el congreso para terminar con las mociones de vacancia, y llamar nuevamente a elecciones.

Es que, desde que Pedro Castillo asumiera hace un año y cinco meses al frente del palacio del gobierno, el enfrentamiento entre el congreso y el ejecutivo no ha cesado nunca. En lo que va de su gestión, el presidente impulsó 70 cambios en su gabinete. Muchos motivados por impugnaciones del parlamento, pero también producto de las rencillas internas. 

Nunca antes en la historia del país ha sucedido semejante situación, lo que ha generado que durante el tiempo que el presidente asumiera su puesto, Perú se encuentre en una crisis institucional permanente,  generando una situación motivada fundamentalmente por la oposición de derecha en el congreso impidiendo al presidente gobernar. 

El presidente sufrió una modificación constante de su gabinete a raíz de la crisis política.

Estos hechos presentan un escenario similar al afrontado por exmandatarios, un golpe parlamentario como los que afrontaron los ex mandatarios Pedro Pablo Kuczynski, en el 2018, y Martin Vizcarra, en el 2020. Lo que muestra la potestad que tiene el Congreso del país para tumbar presidentes, y un sistema que viene podrido desde hace tiempo, y en el que ha predominado la corrupción.  

Además de las “mociones de vacancia”, el presidente Castillo tuvo que enfrentar una acusación por “traición a la patria” impulsada desde el Congreso, con lo que se buscaba llevarlo  a un juicio político. Esta acusación promovida por la derecha fue desestimada por el Tribunal Constitucional, a partir de un habeas corpus presentado por el mandatario.

No es casual el contexto en que se da la tercera “moción” de vacancia. Días antes el primer mandatario  había  presentado en el Parlamento una “moción de confianza” para realizar un referéndum para modificar la constitución. Con esta iniciativa Pedro Castillo buscaba dar aire y resolver con esta medida los constantes ataques a su gobierno por parte de las fuerzas opositoras del congreso. Es una medida de avanzada que estuvo muy presente en sus promesas de campaña.

 

A través del primer ministro Aníbal Torres se presentó ante el pleno del Congreso el proyecto de ley 3.570, una ley que propone que se derogue la ley N° 31.399, conocida como “ley antifereredum”, que impide el desarrollo de un referéndum para la convocatoria a una Asamblea Constituyente. 

El 22 de enero pasado el congreso había aprobado por 72 votos a favor, 44 en contra y cero abstenciones la norma que refuerza los límites para convocar a un referéndum en Perú. Ahora la intención del gobierno es poder modificar este estado de cosas presentando la nueva legislación para poder avanzar en una nueva Carta Magna en reemplazo de la vigente que data de 1993.

Promoviendo esta medida el gobierno intentaba darle una mayor participación a la ciudadanía a los destinos del país, y una revalidación de su mandato. Pero esta moción de confianza fue rechazada por el parlamento, lo que llevó a la renuncia del primer ministro Aníbal Torres y a un nuevo cambio de gabinete. 

Del lado de la oposición y de los medios de comunicación, manifestaron que el verdadero propósito de Castillo presentando esta nueva ley era hacer un golpe al congreso al estilo Fujimori, disolver el congreso, ya que este viene boicoteando la gobernabilidad desde que asumió el nuevo gobierno.

En este permanente ataque al presidente, en una medida casi absurda o que muestra el nivel de condicionamiento al que está sometido el ejecutivo, fue que le negaran viajar a México para participar en la XVII Cumbre de la Alianza del Pacífico.

Cumbre que al final fue suspendida por la ausencia de Perú. A partir del apoyo del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la próxima cumbre va a realizarse en Lima el 14 de diciembre.