El Tribunal Supremo de EE.UU. anuló una sentencia de los años 70 que legalizó el aborto en todo el país, luego de que la noticia se instalara a partir de un documento filtrado.
Se trata de la histórica sentencia Roe v. Wade de 1973, que estableció el derecho de las mujeres al aborto hasta las 12 semanas de gestación. Con la decisión de la Corte actual, se daría a los estados vía libre para limitar o prohibir las interrupciones del embarazo. Algunos ya han aprobado “leyes de activación” que prohibirían automáticamente la mayoría de los abortos si se anula el caso Roe v. Wade.
El aborto es uno de los temas más controvertidos en Estados Unidos, ya que sus detractores alegan creencias religiosas para declararlo inmoral. Por su parte, quienes apoyan la práctica afirman que la mujer debe tener derecho a decidir sobre cuestiones que afectan a su cuerpo.
Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los estadounidenses están a favor de que el aborto sea legal en el país. Sin embargo, en los últimos años, numerosos estados dirigidos por republicanos han aprobado restricciones desafiando el precedente de Roe.
Expertos en derechos reproductivos estiman que la mitad de los estados estarían seguros o probablemente prohibirían el aborto si se anula el caso Roe v. Wade, lo que dejaría a las mujeres de grandes franjas del suroeste y el medio oeste, sin acceso cercano a las interrupciones del embarazo.
A su vez, expertos apuntan que es probable que algunas legislaturas estatales vayan más allá de la prohibición en sus jurisdicciones, llegando incluso a impedir a las mujeres que puedan realizarse procedimientos y adquirir medicamentos fuera de dichos distritos.
Lo cierto es que varios estados han aprobado recientemente prohibiciones del aborto que serían inconstitucionales en virtud de Roe, pero que podrían mantenerse si la histórica sentencia es anulada por el Tribunal Supremo. Algunos han aprobado leyes similares a la prohibición que tiene Texas de abortar a las seis semanas de embarazo -alrededor de cuatro semanas después de la concepción, cuando la mayoría de las personas no saben que están embarazadas-, mientras que otros están avanzando en una legislación similar a la prohibición de las 15 semanas.
En el caso de Missouri se llegó a tratar una ley que permitiría demandar a cualquier persona que ayudara a una paciente a cruzar las fronteras del estado para abortar. La ley fue finalmente bloqueada en la legislatura del estado, pero los expertos esperan que dicha legislación gane más apoyo si Roe se debilita o se anula.
El jueves, los legisladores de Oklahoma aprobaron una prohibición similar a la de Texas que entrará en vigor inmediatamente después de que el gobernador Kevin Stitt la firme. Stitt firmó otro proyecto de ley a principios de este año que haría ilegal el aborto en casi todas las circunstancias, pero esa ley no entraría en vigor hasta agosto.
A medida que proliferan las restricciones estatales, viajar fuera del estado para recibir atención sanitaria reproductiva se ha convertido en algo habitual. Tras la entrada en vigor de la ley de Texas el año pasado, las clínicas de Planned Parenthood de los estados vecinos experimentaron un aumento de casi el 800% de pacientes.
El proyecto de sentencia contra la legislación Roe, publicado el 2 de mayo por el medio de comunicación estadounidense Político, provocó protestas ante el Tribunal Supremo y en ciudades de Estados Unidos de costa a costa.
El caso Roe vs Wade
La legislación que está en juego a partir de esta sentencia de la Corte Suprema, conocida como Roe versus Wade, data de 1973. Jane Roe era el pseudónimo de Norma McCorvey, quien tenía 22 años, era soltera, desempleada y que en 1969 estaba en su tercer embarazo, cuando intentó abortar en Texas. Para el momento en que la Corte Suprema federal falló a su favor, McCorvey ya había dado luz a una niña, a quien puso en adopción.
Por su parte, Henry Wade era el fiscal de distrito del condado de Dallas, Texas. A él le correspondía aplicar la ley estatal que prohibía el aborto excepto para salvar la vida de una mujer, así que fue a la persona a la que demandó McCorvey cuando intentó abortar.
Luego del fallo y hasta su muerte, McCorvey se ganó la vida dando discursos y escribiendo libros sobre las dos posturas del debate del aborto, apoyando siempre la idea de permitir la práctica hasta cumplido el primer trimestre.
La decisión de dar marcha atrás en este fallo por parte de la Corte Suprema responde al avance del conservadurismo en las diferentes esferas del estado, impulsada durante los años de gobierno de Donald Trump y por varios estados donde gobiernan los republicanos.
El avance de esta medida significaría un retroceso tanto para las mujeres estadounidenses como para el propio gobierno demócrata en un año clave donde se disputarán elecciones legislativas en el mes de noviembre.