En periodismo se explica que si un perro muerde a un hombre no hay noticia, pero si es el hombre el que muerde al perro, esto sí es un hecho noticioso, ya que se trata de algo que no sucede normalmente. ¿Será esa la explicación de por qué la constante agresión de Israel a Palestina no es noticia? En realidad, no. Detrás del silencio internacional existen intereses de las potencias mundiales y organizaciones internacionales, que callan frente al sufrimiento de un pueblo.
A principio de año, cuando Hamás respondió con misiles los continuos y sistemáticos ataques de Israel, las portadas se llenaron de repudio a la organización político militar palestina. Sin embargo, luego del cese al fuego entre ambas partes, los ataques de Israel al territorio palestino continuaron con el silencio de la prensa internacional y los organismos internacionales.
“Los medios empresariales corporativos tienen vínculos económicos con grupos sionistas israelíes, grupos empresariales judíos sionistas. El control de los medios por las fuerzas económicas y políticas que son aliadas de Israel en los Estados Unidos de Inglaterra y Francia. En otras palabras, Israel es un aliado del imperialismo y por eso los medios de comunicación y las agencias internacionales van a reproducir noticias e ideas que interese al gobierno de Estados Unidos, al gobierno israelí”, explicaba Marcelo Buzetto, en plena escalada del conflicto entre Hamas y el Estado Israelí en mayo de este año.
En tan solo dos días de agosto, las fuerzas de ocupación israelíes asesinaron y reprimieron palestinos, frenaron la rehabilitación de un depósito de agua potable, derribaron viviendas, arrasaron tierras agrícolas de palestinos y volvieron a bombardear Franja de Gaza.
El ruido de los aviones de combates israelíes, que bombardearon la noche del martes 24 de agosto diferentes sitios de la Franja de Gaza, fueron silenciados por los medios hegemónicos a nivel internacional. Los aviones de combate israelíes F-16 atacaron un sitio al oeste de Khan Younius; una parcela de tierra agrícola al este de la ciudad de Gaza, en las cercanías del cementerio de al- Shuhada; además de un sitio al este del barrio de Shuja’iyya. Mientras tanto, la armada israelí abrió fuego contra los barcos de pesca palestinos frente a la costa área de Al-Sudaniya, al oeste de Beit Lahia.
La Franja de Gaza vive bajo constante agresión por parte del Estado Israelí. Al bloqueo de equipamiento de salud, remedios, materiales de construcción para reconstruir viviendas, se suma la política de anexión de Israel que derriba viviendas con el objetivo de echar a los palestinos de su tierra.
Israel obliga al Palestino Mahmoud Semrin a demoler su casa con sus propias manos, en el barrio de Silwan, en Jerusalén ocupada hoy. pic.twitter.com/WfcZRkvUjs
— Palestina Hoy 🇵🇸 (@HoyPalestina) August 26, 2021
Un ejemplo de eso es lo sucedido esta semana en la aldea Al-Walaja, cuando las fuerzas israelíes demolieron una casa palestina al noroeste de la ciudad ocupada de Belén en Cisjordania. Las fuerzas israelíes escoltaron una excavadora hasta el área de Ein Joweiza, donde la maquinaria pesada derribó la casa que pertenecía a Ahmad Abu al-Teen, supuestamente, por haber sido construida sin licencia.
Las distintas generaciones palestinas crecen y viven rodeadas por esta violencia constante, por la represión y por la tortura carcelaria de sus familiares, por la muerte y desaparición de sus amigos. Por esa situación pasaron los familiares de Imad Hashhash, de 16 años. Las fuerzas israelíes lo asesinaron en el campo de refugiados de Balata, al este de la ciudad ocupada de Naplusa en Cisjordania.
En los últimos trece años, Israel ha realizado tres grandes ataques contra la Franja de Gaza: Plomo Fundido (2008-2009), Pilar Defensivo (2012) y Margen Protector (2014), que terminaron con la vida de 3.700 palestinos. Sin embargo, el hostigamiento y el accionar militar contra el pueblo palestino por parte de Israel es sistemático. Según la estadística del Estado Palestino, a junio del 2020 existen un total de 5.963 palestinos arrestados por el Estado de Israel.
La política militarista, expansionista, colonialista y proimperialista tiene números. Mientras que en 1988 el número de colonos en asentamientos israelíes en Cisjordania era de 190.953, en 2019 fue de 688.262. La política de Israel impide casi cualquier construcción palestina en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental. Cuando los palestinos construyen estructuras de todos modos, Israel emite órdenes de demolición y, en algunos casos, las lleva a cabo.
La organización Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados compilan datos de demoliciones de viviendas. Solo en 2021, fueron demolidas con el pretexto de construcción ilegal 132 viviendas, dejando a 408 palestinos sin hogar, de los cuales 222 son niños.
Los números grafican una política exterior de Israel, que no cambia pese a que Benjamín Netanyahu haya perdido el control del gobierno israelí. La prensa internacional y la comunidad internacional son cómplices de una política criminal contra los y las palestinas.