La jefa del Comando Sur, llegará a Buenos Aires este 2 de abril, con intenciones de avanzar en la cooperación de seguridad regional estadounidense en la región y para frenar los trabajos de la base no militar china que opera en la Patagonia argentina.
Días antes de la llegada de Richardson el embajador estadounidense en la Argentina, Marc Stanley, dijo en una entrevista en La Nación: “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”.
“Tengo entendido que se trata de soldados del Ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”, agregó Stanley.
El pasado 12 de marzo la jefa del Comando Sur expuso en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde describió las amenazas que está desplegando China en América Latina.
“Estados Unidos y la República Popular China están inmersos en una competencia geopolítica basada en opiniones opuestas sobre el valor del orden internacional basado en normas. La República Popular China, a través del Partido Comunista Chino (PCCh), busca suplantar a Estados Unidos como líder mundial poder económico y militar”, manifestó Richardson.
y agregó además que “la República Popular China está explotando la frágil seguridad ambiental y sacando provecho de la necesidad regional en inversión económica para ganar influencia y avanzar con su agenda maligna”.
Sin embargo, es lo que busca hacer Estados Unidos con el gobierno de Milei. La visita de la jefa del Comando Sur al país, entre otras cosas, es para asesorar al gobierno argentino de comprar 24 aviones F16 al gobierno de Dinamarca, dando de baja los acuerdos anteriores con la República Popular de China.
E incluso lo sostienen en sus redes oficiales, que la visita de la generala busca “profundizar la cooperación en la defensa nacional y regional”. Todo en la semana del 2 de abril, en la que se enfatiza la Soberanía argentina tanto de las Islas Malvinas, así como las Islas Georgias y Sándwich del Sur. Algo que al gobierno de Milei parece no generar ninguna contradicción.