fbpx

Información en red para un mundo en disputa

La principal responsabilidad del periodismo es dar testimonio en tiempos difíciles. Esto era cierto el 24 de marzo de 1977, cuando un escritor argentino firmaba con su sangre la más importante pieza periodística de nuestra historia reciente. Conjugando veracidad informativa, rigor analítico, compromiso social y calidad narrativa.

Y sigue siendo cierto hoy, en un mundo que afronta peligros conocidos y desconocidos, atravesado por una crisis económica y civilizatoria en ciernes, sumado al nuevo contexto pandémico.

ARGMedios surge en este mundo, en este momento y bajo aquella premisa. En tiempos de fake news y operaciones políticas desplegadas en vivo y directo, cuando hay quienes se jactan de contar cuantas portadas necesitan para tumbar a tal o cual gobierno. Creemos que el periodismo sin ética ni rigor podrá ser eficaz pero no es periodismo.

Dejemos el periodismo de guerra para los corresponsales de guerra. Partimos de la premisa que cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Por eso decidimos lanzar al ruedo un proyecto comunicacional crítico, con un equipo comprometido y una red de corresponsales capaces de contar la historia mientras hacen la historia desde los territorios.

Desde Argentina en la búsqueda de una agenda nacional y federal. En América Latina, en toda su extensión continental desde el Cono Sur hasta el Caribe. Con la mirada puesta en el mundo y con un marcado énfasis en los países del sur global.Conscientes de la vida y los sucesos que trascienden a la comunidad internacional, monopolizada en general por un puñado de naciones dominantes en lo informativo y en todo lo demás.

Nos guía una tradición de prensa en donde los y las mejores periodistas han transitado por la crónica, el ensayo, la poesía y la novela, por eso creemos que la palabra escrita es fundante y necesaria. Pero no cualquier palabra, sino la palabra justa en su doble sentido de pertinencia y justicia, de precisión y belleza. La escritura responsable e informada con la voz insustituible de quienes son protagonistas. Pero la palabra escrita es tan necesaria como insuficiente: somos porque conocemos y conocemos a través de múltiples sentidos.

Por eso ARGMedios se entiende diverso en contenidos y soportes, abriendo puertas desde la realización audiovisual, la radio y la gráfica, con sus lenguajes y sus desafíos particulares. Pero la ambición de instalar una agenda propia a fuerza de argumentos o buenas ideas a esta altura resulta ingenua.

Vemos cómo la promesa democrática de los medios digitales y las redes sociales no se contrasta en la realidad. Asistimos por el contrario a un escenario de creciente concentración de empresas oligopólicas, de confusión deliberada entre la “libertad de prensa” y la “libertad de empresa”, la ausencia de transparencia y neutralidad en las redes.

Lo que en principio es un panorama complejo no nos desalienta, creemos que enfrentar este escenario requiere mayores niveles de articulación.  La democracia no es una técnica ni la democratización de la información y la comunicación surgirán por generación espontánea. Hijos e hijas de una democracia imperfecta, queremos contribuir a corregir sus falencias en el territorio que nos convoca.

Conocemos de primera mano las dificultades de los medios alternativos para alcanzar públicos masivos, que es una preocupación válida y no debe extraviarnos en la búsqueda de hacer más y mejor periodismo. Por eso creemos que los esfuerzos deben estar orientados a construir una red con otras experiencias de comunicación; articular y superar obstáculos desde una lógica de colaboración.

ARGMedios se propone comunicar sin corporativismos. Llegamos para potenciar una agenda alternativa y popular, con la información como derecho y no como un bien transable. Una comunicación que ponga el énfasis en las personas y no en las cosas, capaz de recuperar los procesos y los contextos.

Que comunique sin saturar. Que recupere una pretensión de verdad, herida de gravedad en los altares de la posverdad. ARGMedios quiere volver a dar testimonio en tiempos difíciles. Pero no en soledad ni carentes de referencias, con experiencias y proyectos que se identifican en esta búsqueda. Desde la trinchera que nos convoca, apostamos a la construcción de un mundo más justo y digno de ser contado.