Hoy al mediodía se suspendió el desalojo de la Casa Santa Cruz, una edificio abandonado que actualmente es el hogar de decenas de familias en el barrio porteño de Parque Patricios. Se abrió una mesa de trabajo por seis meses que es el plazo para reubicar a las familias, mientras el GCBA paga el alquiler del inmueble al actual dueño.
Diversas organizaciones sociales y políticas habían convocado a una vigilia para evitar la medida de fuerza. Mientras tanto, un gran operativo policial se concentró en la zona esperando la orden del juez. Ya pasado el mediodía, las fuerzas de seguridad se desconcentraban ante el inminente acuerdo entre las partes, ya firmado por el actual dueño del lugar, los delegados de las familias y el gobierno porteño.
“Se trata de una maniobra más del especulador inmobiliario Leonardo Ratuschny que usa este método de manera sistemática para hacerse de propiedades, untando la mano de los magistrados y funcionarios dejando a la gente sin hogar y enriqueciendose ilegítimamente”, declaró el dirigente Juan Grabois en sus redes.
El edificio es usado hace más de diez años como único techo para estas familias. Todas las partes coinciden en que la única solución es la reubicación. Las familias pretenden más que nada discutir los términos de la misma.