Tras conocerse el cierre a la exportación de granos hasta marzo de 2021, la mesa de enlace declaró un lockout patronal.
Los sectores concentrados del campo responden una vez más con una medida de fuerza de tres días a la intención del gobierno argentino por regular e intervenir en el mercados de exportaciones, en este caso en la comercialización de granos de maíz. Esta medida retrotrae la memoria colectiva al conflicto que se desató en 2008 por la Resolución 125.
Este nuevo escenario de tensión con los grupos empresariales que se autoproclaman ‘‘el campo’’ surge después de conocerse la definición del cierre de exportaciones. Por vía del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el gobierno argentino suspendió el registro de exportaciones de maíz con embarques que se programen antes del 1° de marzo con fin de “garantizar abastecimiento para quienes producen carnes y huevos con ese maíz”. Aproximadamente 4 millones de toneladas son las que se ponen a disponibilidad para el consumo interno.
La respuesta por parte de tres de las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace, Confederaciones Rurales (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA), fue la de anunciar un cese de comercialización de granos entre el lunes y el miércoles de la próxima semana. Coninagro no avaló la medida, ´´No adherir al cese de comercialización es una medida a favor del país´´, argumentó la cuarta entidad
La respuesta por parte de sindicatos y organizaciones, fue más allá que la decisión de Coninagro de no apoyar el lockout. Frente a los conglomerados comerciales agropecuarios, organizaciones de campesinos y campesinas de todo el país, respaldaron la medida. “El maíz es fundamental para alimentar a los pollos, cerdos y vacas, así como para producir huevos y leche. Para las y los campesinos, implica alrededor del 70% del costo de producción”.
Por su parte, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), desde la voz de su secretario, José Voytenco, calificó de ´´insólita y absurda´´ la convocatoria. Pequeños agricultores familiares que garantizan la producción de alimentos salieron en respaldo de estas medidas que intentan frenar el desabastecimiento del maíz.
“La medida es acertada porque favorece transformar el grano en carne y no exportar materias primas, es algo lógico y con total razón”. Lautaro Leveratto, MTE Rural
El precio internacional de los granos producto de su calidad de “commodities” aumenta sostenidamente. Esto produce un flujo exportador que amenaza con mayores costos para la tonelada de maíz y posibles desabastecimientos en el mercado interno. Lo que dificulta otras producciones íntimamente ligadas al grano y una consecuente suba de precios en alimentos.